utilizada

7 0 0
                                    

Él no estaba hecho a mi medida, pero lo quería... como lo quería. Ese hombre era un cabron, pero de los que te llaman la atención, no uno vulgar que te tira piropos en la esquina, tenía una sonrisa que hacía volar mi imaginación, unas manos grandes y fuertes, su aroma era penetrante, aún estando lejos de mí, lo percibía, y cuándo lo tenía en una habitación era una droga, sacaba lo más oculto de mí, me entregaba a sus brazos... eramos infinitos, no existía reloj ni tiempo, solo besos que desbordaban, nalgadas que humedecian, me follaba, era rudo y me fascinaba. Con él era todo lo que frente a la gente no podía ser.
Sí, lo quería, lo quise, lo deseaba en cada momento, mis bragas le pertenecían, cada uno de mis labios se estremeció con su lengua y yo, joder yo era de él... No había nadie más.
Pero como el cabron que era, me falló; fue solo sexo y pasión... me equivoqué entregando más que mis deseos, me equivoqué al abrirle más que mis piernas... le di mi corazón, mis pensamientos abarcaban más que sentirme en cunclillas para amarlo y beberlo, yo pensé y creé un futuro. Pero no, él no estaba listo.
Y antes de consumirme, de ahogarme en un amor me aleje por él y por mí.

Despecho y AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora