MACKENZIE.
Él besaba mis labios de esa manera que tanto me encanta, de esa manera tan suave y ágil que después de tanto tiempo aún con ese simple choque y movimiento con sus labios caigo rendida a sus pies.
Su manos traviesas estaban postradas alrededor de mi cintura, acercándome más a él y sintiendo el aroma de su colonia que le regale para nuestro aniversario. Mis manos se ubicaban en su cabello, despeinandolo y acariciandolo de esa manera que tanto me gusta hacer.
Con ese beso que él me estaba dando, jugando con nuestras lenguas y moviendo nuestros labios de manera hambrienta y posesiva, casi olvido que estábamos en el estacionamiento de Westers High, donde estoy segura que al abrir los ojos muchos chicos nos estarán mirando mientras nosotros nos besamos como si no hubiera un mañana.
Al separarnos —cosa que tuve que hacerlo yo—me miraba con esos ojos verdes intensos y preciosos que me han gustado desde el primer instante en el que los vi. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, que estaban un poco hinchados por nuestro beso. Igual que los míos.
—Me encantas Klei. —solté, sin pensar.
Soy una chica que no puede guardarse lo que piensa, y más con el, se me sale todo lo que mi mente quiere callar, pero da igual, después de dos años, creo que Kleiton ya se acostumbro a tener una novia como yo.
—Lo se, cariño. —solto Klei. Aunque no fue la respuesta que esperaba, quizá un <<y tú a mi>> pero da igual, Kleiton nunca ha sido muy expresivo con sus sentimientos, él me lo ha dicho, aparte él siempre dice que no me fije en las palabras, si no en sus hechos.
Quito sus manos de mi cintura.
—¿Iremos mañana a la fiesta que esta dando el tal Seth? —le pregunte, escuchando cómo unos chicos pasaban por nuestro lado hablando de eso, me surgió la pregunta.
El se encogió de hombros, y en ese instante sacó su móvil y se dispuso a comenzar a textear en el.
—Si quieres ir ve, yo iré de todos modos. —me contesto viendo aún su móvil, cosa que me hizo sentir incómoda al instante.
—¿Con quien hablas? —quise saber.
—Con una amiga. —respondió, tan normal como si no pensara que eso me hizo sentir mal.
—¿Una amiga? ¿Estás hablando con una amiga? ¿Que amiga es, Kleiton? —interrogue, frunciendo el ceño y cruzándome de brazos.
El suspiro, dejó su móvil y lo guardó, después me miró.
—No te pongas celosa nena—dijo rodeándome con sus brazos, haciendo que todo el enojo que yo tuviera se fuera en ese instante—Yo solo tengo estos ojazos para ti.
Yo sonreí y me dio un cálido beso, pero me separé segundos después ya que vi a Amy Grentbals cruzar la entrada y caminar hacia el pasillo, tenía que enseñarle las papeletas del baile que será en dos semanas. Yo soy parte del comité, por puntos extras.
—Ahora vuelvo.
Le informe a Kleiton y saque los volantes de mi bolso, así que comencé a seguir a Amy en los pasillos. Cuando ya me estaba acercando, le grité para que me escuchara.
—¡Amy!
Amy se detuvo al instante, lo que hizo que me acercara. Al acercarme me di cuenta de que no iba sola, estaba al lado de Blake Evans.
El hermano del niño al que cuidó a veces cuando se encuentra en casa de los Mason, él mismo grosero y cortante del día de ayer, que dijo que yo era una divagadora. Tengo la impresión de que no le agrado, porque él al verme puso una cara tan seria y fría sin expresion que me hizo sentir incomoda.
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Sentimientos ocultos.
Teen Fiction¿Les cuento algo ilógico? Bien, te voy a contar lo más ilógico y estupido que un chico como yo, puede pensar. Ser un chico popular, iman para las chicas teniéndolas todas en la punta de mis talones, ser el mejor en el equipo de basquetbol de westers...