Capítulo 2: La aparición del dios dragón

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— ¿Y bien? ¿Me van a decir ya por qué me han venido a buscar? —pregunté confundido

— Verás Goku... —dijo el señor Bills con tono de preocupación— el señor Daishinkan ha llamado y ha preguntado que si por favor podrías ir al mundo de los ángeles, según dijo, quería tener una charla contigo.

— Ah bueno, pensé que sería algo peor.

— Idiota, el señor Daishinkan jamás ha llamado a ningún mortal como tú a hablar con él.

— No importa, ahora llevadme —dije bastante confiado.

— Ni se te ocurra hacer ninguna tontería de las tuyas. ¿Queda claro? Si no, te destruiré.

— No se preocupe señor Bills, de verdad. También me gustaría ver a Zeno-sama si es posible.

Me sentía bien conmigo mismo, el señor Daishinkan quería hablar conmigo, a lo mejor me ofrece la posibilidad de realizar otro torneo o algo por el estilo. Aun así, todavía no entiendo muy bien por qué el señor Bills siempre está tan asustado cuando vamos a hacer una visita de este estilo.

— Muy bien, hemos llegado. —dijo Whis.

— Oh, ¡genial! ¿Dónde está Zeno-sama? ¡Quiero verle ya!

— Cállate ya, plasta. —dijo Bills mientras me pegaba un golpe en el brazo.

— ¡Ay! No me haga daño señor Bills, por favor —realmente fue un golpe doloroso.

— Hola, Son Goku.

— ¡Hey!... Digo... Muy buenos días tenga usted señor Daishinkan, espero que hoy esté teniendo un día excelente.

Siempre que veo al señor Daishinkan me dan ganas de preguntarle si querría pelear conmigo. Aunque me da a mí que si hago eso el señor Bills me mataría al instante. Mejor lo dejo.

— Muchas gracias Goku, igualmente —dijo muy educado.

— Señor Daishinkan, ¿a qué se debe la llamada a Son Goku? —preguntó Whis.

— Vereis... Hace escasas horas...

En ese momento, estábamos todos expectantes del motivo de mi llamada, cuando un nuevo personaje misterioso apareció...

— Déjeme explicar a mí esto, por favor.

— Claro, adelante.

Cuando se mostró dicho personaje, el señor Bills se escondió detrás de Whis, no se atrevió ni a asomarse un poco. De verdad debe de tratarse de alguien importante. Incluso a Whis se le notaba algo tenso.

— ¿Tú eres Son Goku?, ¿verdad? —preguntó con tremenda suavidad. Me recordaba su apariencia a alguien.

— ¿Piccolo? —pregunté algo confundido.

— ¿Perdone? ¿Quién es Piccolo?

No pude ni responder a esa pregunta, ya que el señor Bills salió de su escondite y me dio un buen capón.

— Perdonele, señor Zarama. No sabe lo que dice —dijo Bills aterrorizado.

— ¿Señor Zarama? ¿Así es como se llama usted?

— En efecto, él es el señor Zarama, dios dragón todopoderoso y creador de las súper bolas de dragón —afirmó Daishinkan con toda naturalidad.

— ¡Hala! Jamás pensé que podría llegar a conocerle señor, mucho gusto.

— Lo mismo digo, Son Goku —dijo amablemente—. He sido expresamente yo quien ha solicitado que vinieses. Quería preguntarte como conseguiste dominar el Ultra Instinto.

— ¿El Ultra Instinto? —Respondí a la vez que pensaba qué iba a decir—. La verdad señor, es que no sé cómo llegue a obtener este poder, simplemente sé que superé los límites de mi cuerpo.

— Es que no sé si lo sabes, pero eres el único mortal, y como no, el único saiyan que ha sido capaz de llegar hasta ahí.

— ¿De verdad? ¿El único? Yo es que quería preguntarle algo, ¿podría llegar a transformarme por voluntad propia?

— En principio no, solo los ángeles y yo somos capaces de hacerlo. Y bueno... —se le vio dubitativo en ese momento.

— ¿Sí? —insistí.

— Hay otro saiyan que consiguió dominar este poder, pero digamos que no pertenece a esta era.

Me quedé atónito. ¿Otro saiyan capaz de llegar al Ultra Instinto? ¿Y encima que no sea de esta era? Se me ocurrían mil y una preguntas que hacerle, incluso tuve un sentimiento que nunca tuve antes, la desesperación de querer luchar contra dicha persona.  

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