Mi hermano Georgie había muerto 3 años atrás, un auto lo atropelló cuando salió a jugar en la lluvia con un barco de papel que yo mismo le había echo, me sentía culpable, estaba consciente de que no le había dado una pistola cargada para que jugara, no lo hice con mala intención era solo un inofensivo barquito de papel, pero si no lo hubiera echo el seguiría vivo.
Cuando George murió, se llevó todo el amor y la atención que mis padres tenían hacia mí, nadie hablaba, después de la muerte de mi hermano de 6 años, lo único que se escuchaba en la mesa eran los cubiertos. Nada dolía más que ese triste silencio que me sofocaba y obligaba a retirarme de la mesa con una sensación de dolor y amargura.
Le había dicho a Stan que quería ir a casa porque no quería que me viera llorar, no porque realmente quisiera ir, estar en casa era lo peor, lo único que me provocaba eran irremediables ganas de llorar.
Desperté un poco más tarde que siempre, fui al baño, me lave los dientes, me metí a bañar y me cambié de ropa, me di cuenta de que no hacía más que engañarme desde hace años, ni los veranos ni las navidades era divertidas después de lo de George, pero trataba de que todo fuera como antes.
Bajé a desayunar con mis padres, no aguantaba un segundo más adentro de esa casa, así que me apresure y salí a buscar a Eddie.
Bajé de mi bicicleta y la recargue en la banqueta después toqué la puerta despacio, "Con suerte y la mamá de Eddie no está", pensé.
Eddie me abrió la puerta.
—Hola Bill, tienes suerte de que mi mamá no éste.
—Hola Eddie, justo eso estaba pensando.— reí, su mamá era aveces muy odiosa.—¿Quieres ir a dar una vuelta?
—Sabes la respuesta.
Nos encontramos a Stan arriba de la rama de un árbol, miraba el cielo, y los pájaros más exactamente.
—Hey Stanleeeey.—Le grito Eddie, Stan bajo la mirada rápidamente hacia nosotros.
—Hola, Eddie, hola Bill...
— H-hola S-stan
Al terminar mis palabras Eddie me miró de inmediato con sorpresa en su rostro, había dejado de tartamudear hace años, solo lo hacía cuando estaba realmente nervioso.
— ¿Que miras E-eddie?
—Nada, nada
Stan nos miraba divertido, con una gran sonrisa en su rostro.
— Vayamos por helados— propuse como forma de desviar la atención.
Fuimos y nos comimos nuestros helados mientras caminabamos despreocupados, hablando de todo y al mismo tiempo de nada.
Se hizo más tarde y Eddie dijo que tenía que irse, pero para ser honesto, no creo que haya sido verdad.
Caminamos un rato y quedamos solos enmedio de un molesto silencio, quería decir tantas cosas pero de mi boca no salía ni una palabra, me sentía nervioso y frustrado.
Stan rompió el silencio, posiblemente se dio cuenta de que yo jamás podría hacerlo.
—¿Te sientes bien?
—Sí—. respondí de inmediato, no me sentía realmente bien, pero trataba fungir.—¿Por qué?
—¿Crees que está bien si retomamos él tema de ayer?
Me gustaba hablar con Stan, y sentía que lo necesitaba, no quería llorar en su presencia pero no soportaba un segundo más ocultando como me sentía.
— Sí
Suspiré
—Ya te lo dije ayer, puedes contarme cualquier cosa Bill, entiendo que no me tengas tanta confianza porque aún no somos tan cercanos pero eres mi amigo, así que solo dime porque te sientes así.
Sentía mi corazón latir muy rápido, esas palabras se sentía tan extrañas. Después de unos segundos tratando de tomar valor, hablé.
— No se decir me siento muy sólo, desde que George murió nada es lo mismo, ya estoy bien con eso, ya lo superé, pero la casa se siente tan vacía, nunca puedo terminar un día feliz, odio mi vida y y-
Mi voz se cortó terriblemente, estaba llorando, me tape la cara con las manos y bajé la mirada, me sentía realmente mal.
Stan rodeo mi espalda con ambos brazos, me sentía tan débil y vulnerable pero al mismo tiempo me sentía amado. Recargue mi cabeza en su hombro derecho y lo abraze.
Me separé de él y puse una de mis manos en el lado de mi cara que era más visible para él, estaba avergonzado.
-Bill...te prometo que todo va a mejorar, me tienes a mí- mis lágrimas brotaron de mis ojos otra vez, estaba llorando más fuerte que antes eso hizo que Stan tratara de tranquilizarme sonaba nervioso- Tranquilo, todo está bien, todo está bien Bill, ven aquí.
Me volvió a abrazar y me acaricio el cabello.
Nos separamos segundos después, me tomó la cara con las manos y me dio un beso en la frente.
-Yo te voy a ayudar ¿Sí? Te voy a ayudar a sentirte mejor-no le respondí nada-te quiero mucho.
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:(
