Yo, que no se de amor *[SeXing]

[5]

Por favor, ya no me regañes porque no me guste la gente.

Ya había dicho que no le gustaba la gente, al menos no la mayoría y se la pasaba huyendo de ellos.

SeHun estaba a gusto solo con sus audífonos, un cuaderno de acuarelas, un pincel de agua, una tablilla de acuarelas y donde sentarse. Incluso si no tenía con quien más juntarse además de YoonGi en las horas libres, en el almuerzo o para pasar el rato, él estaba feliz con sus instrumentos de supervivencia.

Él no veía nada de malo que prefería un pincel que a las personas, aunque se lo recalcaran muchas veces. Se sentía más comprendido en el papel que hablando con una persona, así como YoonGi encontraba felicidad y paz en la música.

De más pequeños, ellos fantaseaban con la idea de que al terminar la preparatoria, se irían juntos a vivir en un departamento y vivirían de lo que más les gustaba hacer. Fue desgarrador que al crecer, se dieran cuenta que había demasiadas trabas contra su sueño y que solo tenían dos opciones: dejarse vencer o resistir.

YoonGi eligió su sueño aun por encima de su familia y vivía trabajando, estudiando y componiendo, a veces demasiado cansado como para evitar dormirse entre clases.

SeHun no dudo en seguirlo y también se alejó de su familia, trabajando y ahorrando para que ambos pudieran conseguirse un departamento. Primero darían pasos pequeños y ahogados antes de correr.

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—Ese es bastante bueno. — elogio YoonGi, mirando las acuarelas de unas vías de tren, parecidas a las de su película favorita. — ¿Acaso viste Spirited away sin mí? —reclamo, mirando al rubio con los ojos entrecerrados.

—No, jamás lo haría. Solo me acorde porque sonó The sixth station. —contesto el más alto, mostrando su móvil que reproducía la canción.

YoonGi asintió, sacando su móvil cuando sonó por la llegada de un mensaje. —Oh. —el sonido de alegría y la sonrisa tímida que salió de sus labios, llamo la atención de SeHun.

— ¿Quién es?

—Hobi.

SeHun frunció el ceño. — ¿Quién?

—HoSeok. El chico que me ayudo con P.O.P—respondió el pelimenta, repentinamente avergonzado por la mirada incrédula de su mejor amigo.

—Creí que solo hablarían para la canción y ya. — no quiso sonar resentido pero se sentía un poco traicionado.

—Bueno, tenemos mucho en común y siempre hay de qué hablar con él. —YoonGi recibió otro mensaje, al que respondió velozmente.

—Te ves demasiado feliz hablando con él. Hasta ya le diste un sobrenombre.

—Él también me encontró uno.

SeHun giro de nuevo su cabeza, con los ojos redondos de sorpresa. —Eso sí que es increíble, tú si ni siquiera me dejas darte uno. ¿Qué lo hace a él tan especial?

Min se ruborizo, haciendo que el corazón de SeHun se agitara. —No lo sé, Hun. Simplemente pasa cuando estoy con él. Me ha invitado a salir esta tarde y le dije que sí, lamento no poderme regresar contigo. —el más pálido le dio una animada sonrisa amplia, de esas donde enseñaba su encía y demostraban que estaba muy feliz.

YoonGi salió casi corriendo del salón de arte, dejando a SeHun con un vacío en el corazón.

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