Tomó su mochila y dio paso a su segundo semestre de preparatoria.
Amaba la preparatoria, más bien le gustaba su primer semestre pues todo había transcurrido bien pero cuando decidieron cambiarlos de salón las cosas se pusieron mal para Pauline.
Era mala socializando, le daba miedo.Y ahí estaba ella, parada frente a todos para presentarse.
—Tu nombre, color favorito, hobbie y la técnica que elegirás. —la apuntó.
Con una voz mucho muy gruesa a su habitual voz chillona murmuró con las mejillas sonrojadas y un tambaleo en su pie derecho.
—Pauline, 16 años, rojo, me gusta la música y estar en Instagram, enfermería.
Tomó asiento y agachó la cabeza el resto de la clase, no conocí a nadie y todos sus ex compañeros estaban en el salón de al lado. El día transcurrió y no habló.
Para resumir la semana de Pauline no emitía palabra y muy a penas había conseguido un equipo en las diferentes materias.
Quizá ella nunca olvidaría ese día por qué fue la primera vez que interactuó con él. Él probablemente nunca se lo dejaría de reprochar al pasar de los años.
Miraba aburrida su celular mientras divagaba por Instagram, escuchó el murmuró de alguien a su lado.
—Oh, si es verdad... ¿te gusta Instagram?
Pauline volteó a ver quien había hablado, se encontró con ese tipo ruidoso y sospechoso, solo lo miró e inspeccionó, estaba maquinando palabras pero su timidez no la hacía hablar y ya había pasado mucho tiempo para decir algo coherente. A parte el tipo pareció incomodarse bajo su mirada.
Pauline solo se volteó y siguió con lo suyo, pero sentía sus mejillas arder.
Odiaba ser tímida.