Nuestra hermosa historia [kirito y tu]

capitulo 15

-Kazuto...-

-¿sucede algo?-

-¿y la boda?-

-tuve que suspenderla para mañana, así que ahora no te pierdas-

-ja ja, que gracioso-

-jajaja, no bromeo, es la verdad, no quiero tener que volver a pasar un susto como el de hoy...tampoco quiero tener que cancelar la boda otra vez, lo que quiero es casarme-

-¿lo dices por que te están obligando o por que en verdad quieres casarte?-

-lo digo porque en verdad quiero casarme, sabes...eres una persona muy divertida, y pues a pesar de nuestro pasado, nunca pensé que llegaría a tal limite de no vivir sin ti-

la mirada de Kazuto me penetraba, no dejaba de verme a los ojos, por un momento llego a intimidarme, pero...¿que mas se podía hacer? digo, ya estábamos ahora si a unas cuantas horas

las horas pasaron, ya había llegado el dichoso día, y pues por lo sucedido de el día anterior, toda la mañana estuve rodeada de guardaespaldas, ya hacia vestida de blanco, peinada y maquillada, solo esperaba el momento, pero claro, había un lapso de tiempo antes de la ceremonia para tomarnos fotos con los invitados, pasaron primero mis hermanos, y como siempre, llegaron peleando, primera foto, después llegaron unos familiares de Kazuto, segunda foto, tardaron en llegar los padres de Kazuto junto con unos amigos de el, tercera foto, cuando le toco a mis padres, a pesar de lo sucedido anteriormente con ellos, estaban felices, cuarta foto, estábamos listos para prepararnos para salir pero mi madre me detuvo 

-se que no soy tu madre biológica, pero antes de que salgas al altar te tengo dos regalos-

el primer regalo era una caja dorada

-este me lo dio mi madre cuando me case, y su madre a ella, ahora te toca a ti, y después a tu hija-

era un collar plateado con un dije de una luna 

-recuerda que la luna siempre va a estar contigo, aunque sea de día, ella no te abandona-

-gracias mamá-

nos abrazamos en un cálido abrazo

-ahora sigue el segundo regalo, como ya te dije, yo no soy tu madre biológica, y de seguro quisieras estar con ella en este momento tan especial de tu vida, y pues te lo voy a conceder-

cuando dijo eso, la puerta se abrió, dejando ver a una señora de cabello castaño, ojos violetas y una piel blanca y delicada

-ella es tu madre biológica-