❀ EPÍLOGO ❀

7.4K 510 310
                                    


Harry nunca fue una persona muy paciente, toda persona cercana a él podía contestarte tu duda sin aún ser terminada. Si bien el decía que debían tratar con amabilidad a la gente, tenía un carácter al perder la paciencia que mandaba la amabilidad por la borda. No había excepción alguna para ello. Ni siquiera Louis.

''¡Me gritaste Harry, ¿como pudiste?!"

''Louis, no te grite.''

''¡¿Estás llamándome mentiroso?!" 

''No, Louis, solamente te dije que no comieras eso, puede hacerte daño.''

''Ahora estas diciéndome exagerado y tragón, lo que me faltaba.'' 

Harry suspira pesadamente sintiendo ternura dentro de sí. Él doctor especializado que su padre contrato, le hablo sobre eso, que al ser un embarazo muy raro, específicamente él único de su tipo, podía acarrear lo que un embarazo pero dos veces peor. Por ende, estaba poniendo sus años de experiencia con imbécil en esto, si bien no era nada parecido, la paciencia de alfa era excepcional. Su lobo aullaba cuando estaba lejos de Louis, el olor del menor siempre impregnado en sus ropas pues antes de salir, Louis frotaba su cuerpo muy disimuladamente contra él suyo para impregnar su olor y alejar a cualquier zorra vagina suelta que quisiera aventarse encima de su hombre.

Si, Louis se había convertido en una tierna bolita de celos rodando cuesta abajo, dispuesto a arrasar con todo aquel que osara poner sus ojos de manera sexual en su hombre. Lejos de sentirse presionado o agobiado, el corazón del alfa rebosaba de felicidad. Los celos eran malo, si, pero los de Louis, su Louis embarazado con su cachorro en el vientre, solo le dejaba claro que aún le amaba a pesar de embarazar al alfa por segunda vez y hacerle pasar por algo que, naturalmente; un alfa no debe vivir.

Al pasar el tiempo, los antojos del embarazado comenzaban a tornarse desagradables para el estómago de Harry. Helado con queso amarillo derretido, sándwich de mostaza con chocolate líquido, no, eso era inaudito.

"Bebé, por favor, cálmate." ruega.

Y eso parece tener efecto en él alfa, pues sucediendo su cabeza es capaz de ver el cansancio en Harry, como sus músculos se ven tensos y sus ojos cerrándose poco a poco. Su corazón se apretuja dolorosamente. Él lo ha estado haciendo tan bien. Soportando cada cosa que sucede en estos tres meses y quiere golpearse así mismo por ser una carga para su alfa. ¡Era excepcional! Sin lugar a dudas lo era; soportaba sus berrinches y no ponía protesta alguna al levantarse en plenas 3 de la madrugada para ir a comprar fuese cual fuese su antojo. Louis lo adoraba. Era un jodido alfa único y sería un gran padre. Lo sabía al verle pavonearse con sumo orgullo, su pecho inflado y con su mano colosal sobre su vientre. El cachorro dentro de su vientre era el orgullo de Harry. Y no dudaba que cuando el pequeño ser naciera, él le cuidaría de todo. Eso no significa que Louis no le cuidaría. Pero Harry era territorial con lo suyo. Un posesivo empedernido. Como todo alfa; siempre olisqueaba el peligro y sacaba sus colmillos a cualquier alfa, beta u omega -en el más absurdo de los casos- que osara lastimar su propiedad.

"Lo lamento, Harry, no quiero ser molesto." susurra, arrepentido, tirando de la camisa de Harry para tapar sus muslos.

Harry suspira de nueva cuenta, no podía enojarse. No con él precioso bebé embarazado frente a sus ojos. Era un hombre. Duro según muchos. Pero con Louis, se transformaba, y como todo alfa, se ablandaba.

"Bebé, no eres una molestia, no te sientas así, ¿de acuerdo? Sólo estoy cansado por el trabajo, no podría llegar a pensar que mi lindo bebé que carga a mi cachorro en su vientre, es molesto, prefiero cortarme la polla que pensar de manera negativa acerca de ti."

❝ The Cure ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora