Corría lo más rápido que podía.
Había evitado contestar tus llamadas todo este tiempo.
Pero algo me dijo que escuchara este último mensaje.
Cuando escuche tu voz llorando, supe que algo estaba mal.
Tú no eres así...
Así que comencé a caminar de forma inconsciente a nuestro viejo apartamento.
Algo en mi corazón me decía que debía estar en ese lugar.
Cada palabra tuya me hacía caminar más rápido.
Tanto que sin importar lo lejos que estaba llegue en 20 minutos.
Corrí en cuanto escuche lo de la joyería...
Eddie...
Por favor...
Era una suerte que aun tuviera mi llave.
No sabes cuantas veces desee tirarla.
Olvidarme de ti.
Pero hacerlo me dolía más que tus palabras.
Te amo tanto.
Y no puedo olvidarte.
Intente alejarme de ti.
Pero ahora tú me necesitas.
Y hare lo que sea por salvarte.
Porque tú eres mi vida.
Y sin ti no puedo vivir.
Cuando llegue a nuestro apartamento, no me sorprendió ver todas las luces apagadas.
Todo estaba como la última noche que paso en ese lugar.
Todo menos un pequeño objeto.
Un frasco de pastillas para dormir.
-Eddie...-sollozo mientras lo levantaba...
No...
Esto debía ser mentira.
Pensó mientras se recostaba contra la pared.
El frasco estaba vacío.
Había rodado desde la habitación.
Por dios...
Su amado novio no podía estar....
El...
Tenía tanto miedo de ir a la habitación.
No podía con la idea de ver a Eddie muerto.
No podía...
Sus lágrimas y gemidos no podían controlarse.
Sus manos no podían dejar de temblar.
Ojala quedaran algunas pastillas también para él.
-Darling...-
No...por favor...
-perdóname...Eddie yo...-
Su mente le jugaba estas bromas ahora.
-Darling...-
-basta...tú no estás aquí....tu...-
-¿Qué te pasa Darling?-
-estas muerto...y es mi culpa...-
-mírame Darling....mírame-le rogo.
Este solo negó levemente.
Tenía miedo de abrir los ojos y no ver a Eddie.
Pero los cálidos y fuertes brazos de su ex novio, no podían ser producto de su imaginación.
Este era su Eddie...
Su amado.
-Eddie...-
-pensé que jamás volvería a verte Darling...cuando supe que te casabas no pude...-
-yo no voy a casarme Eddie-
-pero Blaire te vio probándote anillos con-
-con Marta, ella va a pedirle matrimonio a Val y dijo que ambos tenemos el mismo tamaño de dedos-
-pero...-
-Eddie solo te amo a ti, nunca podría casarme con nadie que....acabábamos de terminar como pensaste que yo...-
-me volví loco por la culpa...y solo quiero que seas feliz-
-era feliz a tu lado...-
-y yo al tuyo...puedes perdonarme Darling-
-jamás estuve enojado contigo-
Eddie beso suavemente sus labios.
Como si temiera su reacción.
Así que para ayudarlo, coloco sus manos alrededor de su cuello.
Para acercarlo y besarlo con todo el amor que pudiera transmitirle.
-aún tenemos que hablar de todo-
-después Darling...ahora solo quiero dormir a tu lado, tengo semanas sin descansar-
-vamos a nuestra cama-
Eddie lo cargo con gran facilidad.
Al parecer todo había terminado bien.
Volvían a estar juntos.
Y eso era lo único que importaba.