-Un día soleado, una ciudad, una escuela, y una chica deprimida con la cabeza escondida entre sus brazos. Así se encontraba ella, pues después de haber terminado de ver un anime más, lastimosamente ese anime no había sido como otros, con un final feliz; para ella el final fue trágico, devastador, no quería saber nada de algo o de alguien, simplemente quería cambiar aquel final no deseado.-
-Por otro lado, se encontraban tres amigas preocupadas por ella. Una la acompañaba en su dolor, ya que había pasado por lo mismo en otros animes, otra veía como algo ridículo sufrir por un simple personaje de anime, y la última se mantenía neutral respecto al tema; eso sí, todas querían ayudar a su amiga.-
-??: ¡Hey Kaede!, ya levántate, las clases están por comenzar...-Dijo una castaña preocupada porque el profesor regrese.-
-Kaede: Mi vida ya no tiene sentido Mizuki...-Le responde desganada a su amiga.-
-Mizuki: Tsk...-Se cruza de brazos.-
-??: Sé que lo querías...te comprendo...yo también perdí a muchos de ellos...-La abraza su amiga más cercana, una rubia la cual se lamentaba junto a ella.-
-Kaede: Gracias Mina...en serio...-La mira con un pequeño brillo en sus ojos.-
-Mina: -Sólo atinó a sonreírle.-
-??: Yo pienso que exageras un poco...pero bueno, son tus sentimientos.-Comentó una pelirroja sentada tras ella.-
-Kaede: Gracias por intentar comprender Kaoruko...- Conmovida.-
-Kaoruko: Te he dicho miles de veces que me llames Kaori. -Respondió irritada.-
-Así una mañana más pasó, otra vez los mismos lamentos, otra vez los diferentes intentos para intentar animar a la chica, la cual desprendía una terrible aura de depresión.-
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-Cierta rubia iba caminando en dirección a su casa, hubiera seguido su camino si no fuera por un destello el cual le llamó mucho la atención.
Se acercó lentamente a un arbusto del cual era de donde provenía el destello, hizo a un lado unas ramas y se encontró ahí con una preciosa piedra. «Quizás esta linda piedra le guste bastante a Kaede, pero...¿Le hará sentir mejor?...¡igual se lo llevaré!.», fue lo que pasaba por su mente en ese instante. Y así fue, colocó la piedra en uno de los bolsillos de su mochila y continuó con su camino.-
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-Mina: ¡Ka-e-de - chan! -Llamó la rubia a su amiga. Esa era la típica forma en que la llamaba,ya que ambas otakus se entendían a su manera.- ¡Mira! ¡Mira lo que encontré! -Extiende sus manos mostrándole la piedra.--Kaede: ¿Qué es eso?...-Dice desganada.- No quiero nada de esas tonterías, sólo quiero a Lubbock...
-Mientras las otras dos amigas mirando asustadas a Mina se alejaban lentamente, un aura maligna rodeó a su amiga mostrando una vez más su verdadera naturaleza. Así era Mina, así como podía ser dulce y tierna unas veces, otras podía ser la persona más frívola, sádica, cruel y retorcida que podías conocer, eso, si la hacías enojar o le quitabas un husbando. Kaede había hecho lo primero.-
-Mina: Escucha Kaede... -Dijo tomándola por el cuello de la camisa y mirándola con una sonrisa sádica. - Yo que pensaba en darte está hermosa piedra, pensando que te gustaría como para que te sientas mejor...y tú...simplemente dices..¿¡que es una tontería!?...
-Kaede ya conocía esa parte suya, y la asustaba mucho, se había dado cuenta de que había despertado al mismo demonio.
La pelinegra la miraba asustada, implorando perdón repetidas veces. Al final Mina decidió calmarse un poco y soltar el cuello de la camisa de su amiga, no sin antes dejar la piedra ahí y decirle un par de palabras.--Mina: Espero te recuperes. -Vuelve a sonreír con normalidad.-
-La pelinegra, ya no estando sorprendida por su reacción, ya que la conocía a la perfección, tomó la piedra y se dispuso a guardarla, pero fue interrumpida por sus otras dos amigas que se acercaban nuevamente donde ella.-
-Kaoruko: ¿Una piedra? - Preguntó la pelirroja. Kaede sólo asintió.- Déjame verla...-Le pidió a Kaede, la cual aceptó.- Es muy bella.
-Mizuki: ¡También quiero verla! -Mencionó emocionada la peli castaña. A lo cual Kaoruko le pasó la piedra. - Wow...tienes razón. - Dijo asombrada.-
-Otra mañana en la escuela pasó. Todas regresaron a sus respectivas casas. Kaede al llegar se dedicó a hacer sus tareas primero, había demorado más que habitualmente, pero eso no le importó.-
-La noche había llegado, y Kaede ya dispuesta a dormir, se recostó boca arriba en su cama, pensando como siempre el cómo sería la vida en el anime, sí, eso hacía ella, y aunque a muchos les parezca raro, a ella poco le importaba. Se imaginaba cómo sería estar en el mundo de Akame ga kill, el último anime que se había visto. Levantó y miró la piedra que Mina le había dado, se quedó así un buen rato, hasta que poco a poco, el sueño se apoderaba de ella, pero justo antes de dormir, llegó a murmurar un par de palabras.-
-Kaede: Desearía cambiar su historia...poder...conocer a Lubbock...
-Fue así como la chica cayó en un profundo sueño, sin esperarse lo que pasaría después.-
¡Hola! Aquí la autora xd espero les haya gustado este primer capítulo de mi nueva novela, hace tiempo que quería hacerlo nwn en honor a mi sensual y zhukulento Lubbock :''v okya me calmo qwq. Subiré capítulos cd fin de semana, así que espérenlo con ansias owo. Sin más que decir, voten y comenten :'v eso me inspira qwq...y pos me despido nwn. Ciao ciao owo. Los quiere:
Mayra1718
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Cambio del destino. (Lubbock y tú) ~Akame ga kill~
Fanfiction¿Alguna vez te haz sentido insatisfecho con el final de un anime? Lo más probable es que sí, a todos nos ha pasado. Kaede es un ejemplo de ello. Pero, ¿qué pasaría si se le da la oportunidad de cambiar ciertas cosas?... ¿Tú...lo intentarías?