CAPITULO 29

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Sentía como mi cabeza daba vueltas, siento que era por tanto llorar, creo que el cuerpo de ninguna mujer aguantaría tanto sufrimiento. Pero que digo, soy una estúpida que sufre por cosas insignificantes, con dieciséis años sufriendo por amor, si mi abuela me escuchara decir esto me diría. ¿Amor?, ¿y tú qué sabes de eso? Mejor ve y aprende a limpiarte los mocos, pensar en eso me saca una sonrisa ver la imagen de mi abuela riñéndome por cualquier estupidez –suspiré- cuanto la extraño, ella me cuidaba mucho, nunca sabía lo que me pasaba, pero solo daba consejos al viento que al principio pensaba que yo no los escuchaba, pero al parecer si lo hacía.

Sonó el despertador, lo mire de re ojo me levante antes, lo golpe para que callase, decidí aspirar fuertemente y exhalar el aire de mis pulmones, esfume una línea curva en mi boca al parecer era una sonrisa. Estoy decidida, ya no me dejaría afectar por ninguna estupidez que hiciera Jimin, y tal vez olvidarlo, ya que no me hablaba, no sería un sufrimiento para mi tratarlo de olvidar, bueno eso creo, veo como mi conciencia pone los ojos en blanco y la diosa dentro de mi le saca la lengua.

Me despoje de la ropa, las paredes del baño llenas de vapor, entre a la ducha y deje caer el agua en mi cuerpo, tome el gel de baño y lo pase en cada parte de mi cuerpo, y luego pase con el shampoo. Bobby tenía gustos muy caros, bueno a mi parecer demasiado desde las servilletas que compraba hasta la casa que tenía, al parecer en este tiempo logro mucho con su empresa, era uno de los multimillonarios más grandes, podría decirse que, del mundo, pero no era así ya que hasta ahora solo tenía empresas en Europa. Terminé de bañarme y me dirigí al closet como cada mañana escogí una combinación con amarillo.

Desde ayer que andaba con colores llamativos que quería mentalmente pedía ayuda a la gente o trataba de mostrar físicamente que estaba bien, ni yo lo sabía amarre mi cabello en una trenza pequeña. Tome la mochila respire una vez más y exhale, decidí abrir la puerta, fui feliz hacia las escaleras deje la mochila en el sillón como de costumbre, esta vez no estaba Greta, así que saque un vaso lo llene con jugo, me subí al mesón y me senté viendo la inmensidad de la cocina, no quería hablar con Jimin o tal vez solo quería alejarme ya que no se si en este momento sentía felicidad o que. Tome mi iPhone y saque los audífonos y los coloque en mis orejas, vi mi lista de reproducciones, hoy no tenía ganas de sentirme mal, tampoco espectacular solo sentía ganas de estar neutral o no tener ninguna emoción. << Everybody Hurts – REM>> una súplica a mi petición musical, el sonido es melancólico pero la letra reanima, no evite sonreír un poco por la canción, en cuanto vi a Jimin salir directo hacia la puerta, baje del mesón corriendo tome mi mochila y baje las gradas a toda velocidad, tomando la puerta del auto y abriéndola en el asiento del copiloto, cerré la puerta al entrar y puse la mochila en mis rodillas, y comenzamos a encaminarnos rumbo al colegio, en cuanto llegamos al estacionamiento Sali del auto me sentía feliz, la canción me animo o era el color de ropa que llevaba, suena estúpido pero tal vez.

No estaban los chicos así que me dirigí al salón de clases en cuanto pase me dirigí hacia Ken y me quite los audífonos apagando el reproductor, lo salude.

Yo: Hola – sonreí

Ken: Hola –sonríe- te ves bien, bueno no digo físicamente, no lo sé estas sonriendo

Yo: siempre ando así –le guiñas el ojo

El hecho una risita, no era sarcástica ni molestosa, entro la profesora y comenzó a dictar clases, no me sentía aburrida solo me sumía en mis pensamientos, parecía una niña pequeña de trece años imaginando a la diosa dentro de mí con Keaton, el más lindo de Emblem3 a mi gusto, viviendo en una mansión los dos amándonos, por lo menos eso me sacaba de la realidad. Sonó el timbre, salimos al receso con Ken, nos dirigimos a la cafetería Ken tenía hambre, lo acompañe como siempre en realidad desde ayer que no tengo mucho apetito, por como pasaron las cosas, comenzó a contarme como iba con Alice, al parecer había señales que a ella también le gustaba; yo estaba muy feliz por él, en realidad me encantaba la idea que Ken tuviera algo que ver con Alice, ella es una buena chica. De pronto escuche unas risas mire a la puerta era Taehyung con Jungkook, Dios se los veía lindos sonriendo, en ese momento vi como Jungkook levanto la vista hacia mi dedicándome una sonrisa, yo agaché mi cabeza, recordé como ayer lo golpe injustamente. La fila siguió y compramos unas galletas, al salir nos topamos con los chicos, tenía que pedirle disculpas de alguna forma.

Secreto de hermanos (Jimin & Tu) AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora