Y ahí estaba el hombre
Igual a todos los demás
Buscandose a sí mismo
En medio de sí mismo
Entrometido en los otros
Para no enfrentarse a su rostro
Para no estar aburrido
Porque descubrió que la no-vida
Estaba en el saber que estas vivo.
Entre botellas y demás cosas
Que complementan el vacío
En el frio mas frio del cemento
Encontro el calor de la masa
El abrazo incondicional de la mentira.
Dejame decirte que no se puede
Ayudar al de al lado
Si no sabes donde estas tu mismo
Y que si hablas sobre hablar
Bastante poco estas hablando.
Te odio porque te me pareces
Y pienso que eres yo
Ya que no conozco a otra persona
Y pareces conocerme tanto
Que creo que me odias tanto como yo a mi.
Otro yo: he pensado esta carta por bastante tiempo, y llegue a la conclusión de que la leiste antes de poder escribirla. Saludos inrencorosos, palabra tan verdadera como lo eres tú.
