Era la historia de un hermitaño
Que comia hojas y libros
Se alimentaba de la vida
Y pisaba la tierra con la frente.
Salia a la sucia urbe
Ratonera de grasa chirreante
Contrastada con blancura industrial
Cubierta de nuevos plasticos formados
De aceros caros y colgados.
Como decirte que eres verdadero
Que las cosas en tu mano son como sendero
No te pierdes sin la luz y caminas del destierro
Anuarios y revistas llevas en la suela
Historias e historias son del momento
Y no las guardas ya para el recuento
Cantas la poesia con el corazon en mano
Y arriba de la piedra gritas en vano
