Capítulo I

767 27 6
                                    

—Mamá hoy tengo entrevista para un trabajo, no es el mejor, pero en el periódico decía que pagarían bien. —Son las 7 de la mañana y me encuentro en la tina bañando a mi madre.

Ella sonríe y me dice con voz rasgada y con cara de cansancio. —Roxanna no sabes cuanto me alegra escuchar eso mi niña, siento ponerte en esta situación. Solo tienes 18 años, estudias, haces los labores de la casa, me cuidas y para colmo ya trabajarás. No sabes cuanto lo lamento hija. —Me dice sin mirarme a los ojos y veo que brotan dos lágrimas en sus ojos pidiendo salir.

Se me parte el corazón ver a mi madre así, pero haré hasta lo imposible para tener el suficiente dinero para poder pagar su tratamiento y llevarla a terapia.

— EH! Hermosa. —digo mirándola— No te preocupes! Soy tan fuerte porque así me criaste, solo es un trabajo de medio tiempo, tendré tiempo para todo.

—Sabes que necesitamos el dinero mamá, ya se está acabando el dinero que nos dejó papá, no solo podemos contar con ese poquito que nos queda. —Le digo sonriendo mientras la saco de la tina y la pongo en su silla de ruedas, para así poderla secar y ponerle una bata de baño.

*Estamos en esta situación, porque hace tres años mi padre y mi hermano mayor tuvieron un accidente de tráfico. Lastimosamente no pudieron sobrevivir al impacto del coche.

Mi mamá quedó en este estado porque se hizo la fuerte por dos años, pero ya no soportaba la pérdida de su primer y único amor, como también la de su primer hijo, tanto así que hace un año logró que la depresión la gobernará, tomando un frasco de pastillas para suicidarse. No funcionó, o no como ella quería. Duro dos meses en coma, cuando despertó no sentía sus piernas, aun no se como pudo pasar eso.

Los doctores dicen que solo es por un tiempo y podría volver a caminar con tratamientos y terapias. Por eso trabajaré duro para que mi mamá vuelva a caminar y vuelva a sonreír como antes.*

—Roxanna que te pasa has estado en las nubes desde hace un rato. —mi mama interrumpe mis pensamientos

—Emm, si lo siento. Estaba pensando en que hacer de desayunar. —Le sonrío mientras la llevo a la recámara y la acuesto en su cama.

—¿Que quieres para desayunar mamá ? Estaba pensando en unas tostadas con Nutella, jugo de naranja y algunas frutas para ti. —le digo mientras sonrió, no debo dejar de sonreír, soy lo único que le queda y no puedo mostrarme rota.

Realmente no tengo dinero suficiente como para mantener bien lo de la comida de día a día, pero no quiero que ella se de cuenta, ya a sufrido demasiado. Soy joven y puedo aguantar más que ella. Si debo dejar de llevarme una cuchara a la boca para que ella sea feliz, lo haré!

—Mi niña. No debes atormentarte tanto. yo con cereal y leche estoy bien. —dice mientras me mira.

—Mamá no empieces por favor. Sabes que debes alimentarte bien ¿como te daré solo eso? —Le digo un poco molesta

Me mira y aciente con la cabeza, coge el control de la tv y la enciende para ver su programa favorito. La dejo para dirigirme a la cocina y escucho que tocan la puerta, me dirijo hacia la misma para abrir.

—Tía Sandra! Buenos días, ¿como esta? Pase, pase — le digo haciendo una ademán con las manos hacía dentro de la casa, me pongo a un lado y le doy el paso.

Ella entra con una sonrisa, me percato que tiene bolsas del súper en sus manos.

—Pequeña, buenos días! Yo estoy bien, la que no se ve muy bien eres tu. —dice mientras me ve de arriba abajo

—Debes tomarte un descanso, tu cara de cansancio se nota desde lejos. —dice con cara de tristeza mientras pone las fundas que al parecer tiene comida dentro, dentro la despensa de la cocina.

Mi tía Sandra es hermana de mi difunto padre. Viene a la casa cada 15 o 20 días a traer comida y algunas cosas que necesitamos mi mamá y yo. No es mucho pero nos aguanta y gasto un poco menos. Le estoy muy agradecida por eso.

—Tía yo estoy bien, si puede que este un poco cansada pero cuando sepa los resultados del examen de admisión a la universidad y consiga trabajo, todo ese estrés acumulado se irá.

Quiero ser doctora, y ese examen estaba súper difícil. Recuerdo todo lo que estudie para poder pasar el examen y que llegue hacer uno de los mejores. Me daran media beca, pero solo me la darán si tengo buen resultado en ese examen...

—Ve a ducharte Roxanna. debes estar agotada, tu madre me contó ayer que pasaste el día completo en busca de trabajo y llegaste tarde en la noche. Eres lo único que me queda Ro' y eres lo más gentil que he podido conocer, no cambies pero también quiero que te cuides y veles también por ti —dice mientras me ve con gentileza.

—Tampoco debes esforzarte tanto, duras horas sin comer, te acuestas tarde y te levantas temprano por andar buscando trabajo ¿Puedes tomarte un descanso a menos? —Iba hablar cuando me interrumpe.

—En mi coche está mi equipaje. Me quedaré a vivir con ustedes aquí por un tiempo, para cuando encuentras un trabajo poder cuidar de tu madre. Sabes que trabajo desde casa, lo mio es escribir y mi representante es quien se encarga de venderlo así que  estaré el día completo en casa, quiero ayudar..

—Mi hermano quizás este feliz de que pueda ayudarte un poco más. —dice mi tía más para ella. Me mira con una simple sonrisa y se sienta en un banquito de esos que se ponen en la isla de la cocina. 44 años y aún se ve tan joven y hermosa. Pelo rubio, bajita, un cuerpo muy lindo, piel canela y sus ojos color miel. Idéntica a mi padre, son mellizos es obvio, solo que mi padre era más alto.

—Tía. —inhalo aire y exhalo al mismo tiempo —No quiero molestarte, con que usted traiga algunas cosas cuando se acaben aquí es más que suficiente y sabe perfectamente que estoy muy agradecida con usted pero no quiero agobiarla con los problemas de mi madre y mio. Siento que hace mucho por nosotras. —digo mientras abro la nevera para comenzar a sacar todo lo que necesito para hacer el desayuno de mi mamá.

Tía ¿Desayuno? Haré huevos, picaré frutas y demás.. — interrumpo.

—Gracias cariño no tengo hambre. — cambia de tema—Roxanna no te lo pregunte, ni te pedí aprobación. —Mi tía Sandra me mira con ojos demandantes —Si lo hago es porqué quiero. No me estas obligando, ni tampoco me agobia ayudar a la mujer que hizo feliz a mi hermano con haberle dado la hija más inteligente y preciosa del mundo. - sonríe mientras sigue hablando —Quiero ser parte de lo qué haces, no puedo tener hijos y eres una para mi. Quiero estar contigo en lo malo y en lo bueno, quiero ver tus caídas y tus logros; por favor dejame ser parte de ello. —Me mira triste.

—Se que estas mal, aunque no quieras dejarlo saber. Quiero ayudarte con lo que pueda, te quiero un montón pequeña.

La miro y mis ojos se llenan de lágrimas.

en un abrir y cerrar de ojos estoy en los brazos de mi tía en un cálido abrazo. Lágrimas caen a montones sobre mis mejillas y sobre mi boca dejando un sabor salado..

Jure no llorar, ser fuerte y demostrarle a mi madre que puedo con todo esto. Pero buscar trabajo, el examen, mi baja economía me han ganado totalmente y escuchar a mi tía hablando así y darme esas sonrisas, me hicieron desplomarme, Las añoraba, necesitaba este apoyo más de lo que creía.

Ahora tengo más fuerzas para seguir con esto, y lograré todo lo que me estoy proponiendo, puede venir lucifer y por encima de él, lo lograré!

Pero ahora; Solo me quedaré disfrutando este abrazo, mientras lloro un poco mas...

————————————————
Se que no les gusta las notas de autora, pero quería decir, gracias por leer. 

Espero les guste y la agreguen a su biblioteca, sigan leyendo, Voten, me den su apoyo y dejen comentarios bonitos para yo seguir con esto.

#Génesis_Figuereo.

Seduciendo una virgen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora