Capitulo VIII

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Estoy sentada junto con Emely en el asiento de atrás de la camioneta de Cedrik, en medio de dos hombres gigantes y musculosos.

El muy degenerado nos secuestro, nos estuvo siguiendo toda la noche hasta que por fin tuvo la oportunidad de vernos totalmente solas.

No estoy atada ni nada por el estilo, de hecho me a tratado bien. Solo que no me deja libre y eso es un verdadero problema.

La que está atada y con la boca tapada con cinta adhesiva gris es Emely.

No estuviera así de haberme hecho caso con lo de estar tranquila. Conozco a Cedrik por mas malo que el sea, no me lastimaría o al menos no físicamente.

El trayecto hubiese sido bastante tranquilo si Cedrik no estuviera hablando por celular gritando como desquiciado mental en el asiento de copiloto.

—Je vous ai dit que je ne veux pas tous ces hommes dans la maison. Ma fiancée sera dans le manoir.[Te dije que no quiero a todos estos hombres en la casa. Mi prometida estará en la mansión]. —dice un poco mas tranquilo volteandose para mirarme y sonreír.

Le muestro mi dedo medio y el hace una mueca de desagrado.

¿Quien coño le acepto ser su prometida? Está totalmente loco.

¿Todos los hombres son así?

Cedrik me mantuvo cautiva por tres días hace tiempo, poco antes de que mi hermano y mi padre tuvieran el accidente. Esté solo me gritaba en francés cuando estuve secuestrada y cuando por fin me liberó me dediqué aprender el idioma por si éste se volvía a aparecer, pasaron años y nunca lo volví a ver hasta hoy para mí mala suerte.

No han pasado 42 horas y he pasado por demasiado

El no sabe que lo dominó muy bien y que puedo entenderlo perfectamente, así que ya tengo un punto a mí favor.

Quizas se pregunten quien coño es éste hombre, de donde lo conozco y porqué el termino secuestrandome por segunda vez.

Les contaré una pequeña historia...

»»Como conocí a Cedrik Signoret.

Estaba comenzando el noveno grado de la secundaria superior. Estaba súper tímida y vergonzosa, ya que mi hermano quería que estuviera en una escuela buena donde aprendiera diferentes tipos de idiomas, artes y técnicos.

Por lo cual me inscribieron en un colegio católico, que siendo totalmente honesta que aúnque eran muy conservadores y tenían bastante tabúes, los estudiantes aprendían bastante.

Yo iba caminado por los pasillos de la gran escuela. Con mi uniforme de falda azul pastel tres dedos arriba de las rodillas, camisa blanca, saco azul marino mangas largas, corbata azul marino, medias blancas largas hasta las rodillas y zapatos marrones. Uniforme obligatorio del colegio.

No me gustaban los uniformes, estaba acostumbrada a llevar la ropa que gustase cuando estaba en la escuela publica.

Estaba caminando hacía mi próxima clase cuando de repente ya me encontraba en el piso con los libros que llevaba en mano esparcidos en el suelo, me agaché a recogerlos y mire hacía arriba y lo vi a el, tal y como en las películas románticas.

Seduciendo una virgen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora