Mincherter

Acto 4

Comisaría

un despacho moderno, con sofás en sus paredes y un escritorio en su centro, en el se bajaba sentado el comisario, a su lado un hombre bajo y gordo de pie, vestido con una elegante bata y unas zapatillas de alta gama
Fernando: Señor Comisario ( da un golpe con el puño en el escritorio ) No aguanto más. Son las cuatro y media de la noche, me a sacado de la cama, vivo a 57 kilómetros de aquí. ¿ Qué e echó ?

Comisario: Usted no a echo nada señor.

Fernando: Pues entonces me voy

Comisario: No es que no haya echo nada, son sus trabajadores los que han echo

Fernando: Pues lo soluciona con ellos ( abre la puerta de salida ) Buenas noches

Comisario: Alejandro a sido asesinado

Fernando: ( cierra la puerta ) ¿ No será verdad ?

Comisario: los vigilantes nocturnos de la catedral han encontrado su cadáver, al principio creímos que fue un ahogamiento, médicos del hospital comarcal me han informado hace nada que a sido apuñalado varias veces

Fernando: Dios mío ( se sienta frente al escritorio ) ¿Quién fue el asesino ?

Comisario: No se sabe con plena exactitud, pero... sacerdotes nos afirman que vieron la otra noche a trabajadores tuyos en la iglesia, registrando el escritorio de Alejandro, y un grupo de viudas afirman que un trabajador tuyo y la viuda de su difunto trabajador iban en su contra

Fernando: ( con sudor frío ) No creo que hayan sido ellos

Comisario: Claro ( ríe ) también pudo ser usted

Fernando: ¡ Por el amor de Dios Comisario ! ( se levanta ) ¡ Yo seré muchas cosas, pero entre ellas, la palabra asesinó no se encuentra !

Comisario: Me comunican por pinganillo que sus trabajadores han matado con una bomba lapa a dos hombres

Fernando: Que imbéciles ( se sienta )

resurrección gitana

entraña escena los trabajadores acompañados por el Richard y los policías

Policía 1: aquí tienes a los sospechosos ( señala a él Richard ) El esta acusado por otro tema ( sienta a él Richard en el sofá )

Fernando: Sois una panda de inútiles ¡ No teníais suficiente con matar a Alejandro que en cima vais y Matías a dos hombres más !

Comisario: Calmese Fernando ( muerde el bolígrafo ) Contad vuestra defensa

Fidel: Es difícil de creer señor comisario; nos empezaron a llegar cartas de un tal Enrique, que iban destinadas a Alejandro, en ellas contaba que un monje llamado Shi Ong Lu mato a Plácido. Decidimos investigar un poco el caso, seguimos recibiendo cartas de Enrique, aunque en realidad las escribía Shi, llegamos un punto en que nos amenazaron de muerte, y decidimos terminar con Enrique, las cartas eran enviadas por un monje, creímos que Enrique era un monje y decidimos entrar en el monasterio y terminar con el, yo me hice pasar por monje y me adentro en el monasterio, allí el portero me confirmó que no había ningún monje que se llamará Enrique, en realidad su cómplice Shi era el que escribía las cartas haciéndose pasar por Enrique, en cuanto Shi se dio cuenta de quien era decidió matarme, más tarde el maestro del monasterio se dio cuenta de nuestras falsas identidades y salió junto a los monjes a la calle, una vez allí, todo el mundo se empezó a pelear, Shi entró en un cocha que había allí, y este explotó con Shi dentro ( se sienta en un sofá )