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les habían dado diez días de descanso en los que se suponía debía estar sacando raíces en su cama, pero no, estaba en el estudio desde hace una semana, podría trabajar  en sus propios proyectos sin presiones, lamentablemente de su cabeza no salia nada. En esos siete días solo logro dar vuelta en lo mismo, corregir algunas composiciones que ya tenia avanzadas y eso no era lo que había planeado para sus diez preciados días de descanso, tenia un concepto nuevo en su cabeza, amor real, con un poco de dolor, alegría y cosas banales, la simpleza del día a día en una relación o de un enamorado y los pequeños e imperceptible detalles, pero cuando se proponía pensar en la letra o simplemente en la melodía, su cerebro se bloqueaba y no salia nada, ni una frase, ni siquiera un tono.

Lo frustraba demasiado y de nada le ayudaba lo intranquilo y odioso que estaba su lobo, no lo dejaba concentrarse rasgando su interior. Desde pequeño le llevo la contra al animal, no le gustaba lo emocional y territorial que era, le molestaba ser instintivo, nunca se lo había dicho al alguien pero le daba un miedo enorme el seguir los instintos del animal, no se creía capas de lograr ser un alfa como el resto de su rango, no era alto como Namjoon, ni era fuerte como Jungkook o tenía el carisma de taehuyng, lo único de Alfa que tenia era esa aura de " poder " según Hoseok.

Ya he tenido suficiente de esto - dijo decidido a desperdiciar sus últimos días encerrado en su habitación y romper su propio récord durmiendo horas seguidas. tomo su teléfono, la billetera y el abrigo, a pesar de que ya era primavera las noches aun se sentían frías. Se sorprendió cuando de su abrigo cayó el gorro de lana de Jimin, se lo llevo al estudio en un arrebato de los pocos en los que su lobo lograba dominarle. Lo poco de olor a moras, frambuesas y miel que se podía apreciar, ya que estaba cubierto por su aroma menta y chocolate amargo, hizo a su lobo brincar de alegría en su interior. Guardo el gorro en unos de los amplios bolsillos del abrigo, haría aparecer el accesorio mágicamente junto a la ropa sucia de todos.

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De camino al departamento compartido, decidió caminar un poco por lo que detuvo al taxista unas cuadras antes de la calle del departamento. Después de pagar y agradecer al conductor por el viaje, cubrió su cara con una mascarilla negra y su ya típico Ballcap con argollas.

Había un tema que lo mantenía intranquilo y nervioso, más exacto una persona.No sabia que haría con Jimin, hace poco mas de medio años sus lobos se reconocieron como pareja, estaba muy asustado, no podía negarlo, no se creía lo suficiente para jimin, era un hombre gruñon, poco afectivo e hiriente, aveces no media lo que decía, simplemente no filtraba y decía las cosas tal cual pasaban por su cabeza y sabia que eso podía dañar a Jimin, el era muy sensible y cualquier comentario, aun fuera sin malas intenciones, podría hacer sentir mal al menor.

No se declaraba en total desacuerdo con el hecho de que el lobo haya elegido a Jimin, la verdad desde que lo conocía sintió una atracción y necesidad diferente que con sus demás compañeros. Jimin lograba tranquilizarlo,su simple compañía le entregaba paz o bueno eso fue hasta el su primer celo después de que descubrieran que serian compañeros de vida.

Su celo estaba a la vuelta de la esquina y solo unos días atrás su alfa había escogido al lobo de Jimin cómo compañero por lo que a días de su celo le gruñía a todo aquel que se le acercará al menor, su malas pulgas de siempre eran el triple, los demás ya no sabían si hablarle o no, para que no se molestara o les respondiera con alguna grosería. Ya el día de su celo obligo al menor a cambiar de habitación, se iría a la del junto a Seokjin y el dormirá en la de Jimin junto a Hoseok, o esa era la idea inicial.
Al llegar sus compañeros de una extensa tarde de ensayo,a la que el por obvias razones no había asistido, el ya tenía las cosas lista para el cambio de habitación. Le había pedido a Jimin que utilizará un neutralizado después de la práctica, con el sudor su aroma se incrementaba por lo que le haría más complicado terminar su celo sin percances. Con la llegada de los demás, comenzó su guerra interna con el animal que le pedía lanzarse sin más al omega que exigía como suyo.
Por la madrugada y ya cansado de luchar con su instinto, se dejó llevar. Llegó a su habitación y tocó tres veces la puerta que se encontraba con seguro a petición de el, escucho unos pasos y luego la presencia de alguien tras la puerta.

Lo Siento, Tengo Miedo. ·Ym·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora