En casita recuperandome

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Me despierto feliz como una condenada lombriz y es que ya no veo esas horribles paredes blancas tan aburridas del hospital y justo ahora me encuentro en mi lindo nido

—TE AMO MI NIDITO —grite extaciada de felicidad

—QUERAS DECIR CUCHITRIL —grito mi hermano desde la planta baja

—CALLATE —ordene sumamente enojada

Luego de ese pequeño momento de pelea, me levanto respirando profundo ese olor a ¡ugh! que asco olía a comida descompuesta, trague involuntariamente sintiendo un dolorsito desagradable, al abrir la puerta baje y me encontré con mi padre ya que había vuelto a su casa porque como el es, el responsable de todo lo que me suceda debía volver, el al verme corrió para darme un abrazo

—¿Hay mi niña como te encuentras? ¿te duele tu garganta?

—Si

—¿Enserio? ¿mucho?

—No poquito

—Bueno entonces come ya esta tu desayuno

—¿Que es papá?

—Un rico licuado de plátano con fresas y nuez

—Pero los trositos me arán daño

—No porque lo colé

—Bueno esta bien dámelo

Después de que me lo acabe lentamente mire mi móvil y mire que tenia varios mensajes del grupo de WhatsApp que habíamos hecho los chicos y yo, al abrirlo vi que me habían llegado más de 301 mensajes entre esos decían puras pendejadas como de que roqui había hecho que el director se cayera en plena asamblea, eso era muy gracioso pero también me preguntaban cosas como si me encontraba bien por lo de mi vena reventada y de que el rumor se había propagado más rápido de lo que hubieran imaginado, tan solo pensar en eso me hacia desear no volver ya que no quería atraer todas la miradas y las preocupaciones hipócritas, lamentablemente eso no era posible ya que papá de seguro me obligaría a asistir, ya que si no lo hago tendrá que ir a un juzgado por mi causa y como no quiero meter en problemas a mi padre chulo decidí levantarme de la silla para dirigirme al armario de mi cuarto, donde tome una camisa de manga larga y cuello de tortuga color roja para tapar las puntadas, un pantalón negro y unos botines rojos, me hice dos chongos flojos a los lados y por último me puse mi boina negra para salir en dirección de la casa de lucí, pero al llegar a la planta baja papá preguntó que a donde iba y con permiso de quien

—Voy con lucí y con el permiso que me otorgo yo

—Bueno si te dejo ir pero pasare por ti a las 6 o más tardar a las 7

—Esta bien papá

Después de eso salí y fui a la parada donde agarre el bus para llegar a su casa, mientras el bus andaba yo miraba por la ventana el bonito paisaje, que ya empezaba a emerjer el tan anhelado verano y con ello su calor infernal, aun no esta completamente por eso hay días donde el viento y su frió pegaban como el demonio, hoy es uno de esos días, al llegar me bajo y camino por el cendero que da asía su casa y ya en el portón me veo obligada a gritar buenas tardes ya que no cuenta con timbre, después de como 20 gritos y quedarme sin aliento ni voz salio luci vistiendo un hermoso pantalon gris y una sudadera del mismo color, ella me sonrió antes de abrime y darme paso

—¿Que te trae por esta zona tan alejada Samantha?

—Quiero alejarme del ajetreo de el vecindario

—¿Y mi casa es la mejor opción?

—Si además puedo platicar contigo ya sabes

—Día de chicas —gritamos las dos al mismo tiempo, aunque fui la única que empezó a toser

—Hyyaaa!!! sabia que hoy seria un día maravilloso mi horóscopo me lo dijo

—¿Y que decía el mio?

—No me acuerdo creo que eran cosas malas —penso

—Vaya parece que el destino me odia

—¿Pero sabes que si anticipo?

—No ¿que?

—El accidente de tu garganta que por cierto ¿como te sientes?

—Mejor de hecho, por cierto ¿sigues siendo tan creyente a todo eso de los horóscopos y los amuletos?

—Es la verdad Samantha por eso te regalo esto. —me extendió una pedazo de papel que tenia algo enrollado

—¿Que es? —lo desenrolle

—Una pata de conejo —soltó feliz —dice que atraen la buena suerte —me sonrió

—Pobre de el

—¿Por que?

—Porque parece que el no contó con ella y eso que tenia cuatro

—Si tal vez sea patito —me la arrebató inspeccionandola —pero bueno ¿que tal si vamos al centro comercial? quiero comprar ropa nueva pero no quería ir con los chicos

—Si vamos

—Pero ahora que me acuerdo dijiste que veniste para alejarte de eso

—No exactamente de eso

—¿Entonces?

—Del ruido de mi casa

—Bueno entonces esperame voy por mi dinero

—Claro

Enseguida que se fue me senté en la banca que tiene afuera de su casa y me puse a ver las plantas que tenia, y es que su casa estaba rodeada por el bosque y tenia invernaderos repletos de plantas tanto exóticas como comunes, por eso me encantaba ir a su casa ya que el olor de las flores llegaba y aun más la fragancia de las gardenias que rodeaban la casa, respire profundo aspirando todo ese delicioso perfume de la naturaleza hasta que ella volvió casi dando saltos de la alegría

—Lista vamos si

—Esta bien

Continuara..........

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Esperen el próximo cap lleno de cosas graciosos y problemas que arán que  Samantha recuerde lo que es la traición, por ver a alguien que conoció hace mucho tiempo ¿quien sera?

Próximo capitulo: Día de chicas, pata metiada

La vida de una estudiante PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora