Capitulo 05;

1.4K 113 1
                                    

Maratón 2/2

Jos escribió unas cuantas palabras en su portátil y cerró el documento un momento después. Miró su oficina. Luego se levantó y se sirvió un vaso de Whisky, nada mejor que un Jack Daniels cuando trabajas duro......y cuando tú plan de venganza está a punto de comenzar. Volvió a sentarse en su asiento y sonrió, sonrió malicioso. Sonrió por venganza.

En pocos minutos el mismísimo John Beer estaría al frente de el con su arrugada mandíbula en el suelo y le rogaría que se callara. La simple visión de ver a Beer arrodillado rogándole le hacia sentirse tan jodidamente bien.

Alicia, su asistente entro en su oficina y le aviso que tenía alguien esperando a entrar. El movió su cabeza en gesto de que lo dejara entrar y bebió otro trago. Si, ya casi sentía a John rogarle.

Pocos segundos después, un hombre canoso de cincuenta años entro en la habitación con su traje negro y una corbata roja, bien hecha.

El hombre cerró los ojos y arrugó su boca. Cerró la puerta y Jos lo miro por un momento. Luego se sentó frente a el y lo estudio con sus ojos. Bufo y frunció el ceño.

--Vamos, ¿dime qué mierda quieres?
--espeto John. Jos arqueo una ceja y meneo la cabeza.

--No has cambiado para nada, John. Sigues siendo el mismo infeliz de siempre....solo que más viejo.--se burló.

John volvió a cerrar sus ojos y tomo aire. Lo exhaló con fuerza y abrió sus ojos.

--¿He viajado desde Houston hasta acá y solo consigues en decirme que estoy amargado?

--Si y no.--lo miró.--Si, estás arrugado. Y no, no es lo único que diré. Tengo muchas otras que decirte.

--Jos, todo lo que quisiste insultarme lo hiciste hace 10 años.--le recordó.
--Dentro de unas horas tengo que hacer un discurso sobre mi candidatura.

--Cierto, eres candidato para ser gobernador de Texas.--sonrio malicioso.--Eso me encanta cada vez más....

--¿Que intentas decir?

--Digo que.....si llegaras a ganar la candidatura, serías el más infeliz e imbécil ganador de Texas. ¿Por qué? Todos los estafadores como tú lo son.

La blanca piel de Beer se tornó completamente pálida. Pasó una mano por su corto y escaso cabello blanco y carraspeó.

--Jodido infeliz.--espeto.

--¿Yo?.--se burló.--No más de lo que tu has hecho por mi, me engañaste, hiciste que me fuera de tu casa y pasará el resto de mi vida intentando sobrevivir. El único infeliz aquí sigues siendo tú.

--¿Qué quieres? Esta cita no es solo para seguir insultandome, lo se. Sé que quieres algo.--dijo el temeroso.

--Sabes, hace unos días observe y escuche algunos vídeos de tu... hermosa hija.

--¿Madison?

--Es la única que tienes, hasta donde se.--John trago saliva. No le gustaba para donde iba esta reunión.--Estoy impactado al ver como cambio, se volvió una mujer. Una muy sensual y seductora, y para ser sincero....me gusta como es ahora.--tomo otro trago de su bebida.

--¿A donde quieres llegar con esto, Canela? ---espeto el hombre canoso.

--Quiero a tu hija, John Beer.

--¿Qué?

--Y no exactamente la quiero para hablar con ella.--nego con la cabeza.
--La quiero en mi casa, específicamente en mi cama por treinta noches.--dijo frío y serio las palabras. John quedo paralizado por unos segundos y parpadeo.

--¿Por qué crees que....?

Antes de que John terminará la frase Jos se adelantó en contestar.

--Porque puedo arruinar tu candidatura. Manchar tu nombre y hasta hacer que tengas que mudarte de Estados Unidos. Se muchas cosas sobre ti, estafas hechas años anteriores y en el presente. Y tú sabes muy bien que tengo una cantidad de personas en el gobierno junto a mí y no se me resultaría difícil arruinarte la vida.....--contesto con una sonrisa. Una sonrisa de malicia y venganza.

Nuevamente aquellas palabras cayeron en John como un balde de agua fria. Abrió su boca unos segundos para hablar e inmediatamente la cerro. Analizó cada una de las palabras de Jos y entendió.

--Esta es una venganza, ¿no? ----Le dijo entendiendo todo al fin.--Me dijiste que algún día te vengarias de mi y lo estás haciendo.

La sonrisa de Jos creció aún mas y asintió con la cabeza.

--Muy inteligente de tu parte.
--aplaudio sarcásticamente y cruzo los dedos sobre el escritorio.

John negó con la cabeza y se levantó de repente. Jos imitó su movimiento.

--¿Quieres a mi hija a cambio de que no hables? --el volvió a asentir.--Eres un desgraciado..... Madison no es un trofeo o un objeto el cual pueda cambiar, Jos. Es mi hija.

--Lo sé muy bien. Pero tengo que admitir que la idea de tener a tu hija por un tiempo es muy..... seductora.

Jos rodeo el escritorio y le entrego un sobre. John lo observó. Frunció el ceño.

--Aqui hay un billete de viaje. Tienes hasta el domingo para que Madison este en mi casa. Si el tiempo termina y el domingo Madison no está, es mejor que te vayas despidiendo de toda tu reputación. Tienes exactamente una semana y el tiempo ya está andando.

John prácticamente arrebató el sobre de las manos de Jos y salió furioso de su oficina. Jos volvió a su sillón de cuero y sonrió.

¿Quien decía que la venganza era mala? ¿Qué era un pecado? Entonces a veces la venganza y el pecado podían ser tan dulces, como la miel.....

Un mes de placer; Jos Canela and Madison Beer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora