Capitulo 016;

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Madison entro en la biblioteca y observo el hermoso piano blanco en medio de la sala. Una sonrisa se asomo en sus labios al verlo, le recordaba tantas cosas. Suspiró y se acercó a él para tocarlo.

Su primer piano, el que le había regalado su madre, era exactamente así. Recordaba con exactitud aquel día, cuando ella era una niña de 9 años, aún tenía en su mente la hermosa imagen de su madre en su cabeza.

--Cariño, tengo un regalo para ti.
--le había dicho su madre, Jessica, con una sonrisa.

--¿Qué es, mami?

--Es una sorpresa, cierra los ojos.
--sintio las manos de Jessica tapando ambos ojos y Madison soltó una pequeña risa. Camino, siendo guiada por su madre. Cuando ella quitó sus manos, el rostro infantil de Madison se iluminó y sonrió.

--¡Un piano! --exclamo y salto de alegría.

--Sabia que te gustaría.--le dijo ella al ver como Madison observaba el piano y tocaba sus teclas, una por una.

--Pero, yo no sé tocar, mamá.--hizo un gesto adorable y Jessica le sonrió. Se sentó en el asiento al frente del piano y palmeo a su lado para que su hija le acompañara.

--Yo te enseñaré, cariño.

Madison se sentó en el asiento y salió de sus recuerdos, como extrañaba a su madre. Ella había sido la cosa más hermosa en toda su vida y cada vez que pensaba en ella una parte de su alma se desgarraba. Su muerte había sido trágica, injusta, dolorosa....

Acarició las teclas con suavidad y pensó que aquel detalle era sumamente hermoso de parte de Jos. ¿Cómo podría saber que el piano era su instrumento favorito? Tal vez simplemente no lo sabía y lo compro para distraerla por un rato.

Cerró los ojos y comenzó a tocar. Dejo que ella y sus movimientos se convirtieran en la música y dejo que fluyera como el agua. Le encantaba tocar la música, le relajaba y hacia que todo a su alrededor desapareciera. Cómo si tan solo ella y el ritmo de la música fuera lo único en aquel lugar. Cuando terminó de tocar sonrió.

--Cher, tocas hermoso.--dijo una voz masculina cerca de su oido. Madison se sobresaltó y casi cayó al suelo. Se giró y observo a Jos cerca de ella. No había sentido siquiera que el se acercara a ella. Joder, si que se concentraba.

--¡No aparezcas asi! ¡Terminaras matandome! --lo acusó.

El levanto ambas manos.--Lo siento, intentaré no hacerlo.

--Por cierto, gracias por el piano....

--No tienes porque agradecerlo, sabía que te gustaría.--sonrio, volviendolo encantador y se sentó al lado de ella. Un ligero escalofrío le recorrió al sentir su muslo rozarse con el de ella.

--Pense que no te vería hasta la noche..

--Dije que me verías más de noche que de día. Aparte intentaba trabajar hasta que comenzaste a tocar, es tu culpa que me hayas distraído.

Madison arqueo una ceja, Jos río.

--No me parece gracioso que me culpes por distraerte.

--Si fueras yo, me entenderías por completo, cher. No siempre tengo tanto auto control sobre mi mismo al tener una mujer tan hermosa como tú cerca de mí.--tomo su barbilla con una mano y la acercó.--Estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano en estos momentos.

Se levantó y se acercó a la puerta.

--Espero que estés lista para esta noche.--guiño un ojo y se fue.



Un mes de placer; Jos Canela and Madison Beer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora