La poesía expresada por sus pálidos labios era tan cálida.
Pero cambió algo en su forma de mirar al mundo.
Sus rasgos se tornaban turbios y sus ojos rasgados rompían mi alma.
La falta de inocencia en su postura fue nuestra perdición absoluta e infinita.
Amé la persona de antes y fui ciega al seguir amando a lo poco y nada que quedaba de él.
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Mi espacio.
PoesíaAquí dejaré un poco de mí, algunos minutos de mi vida e interminables pensamientos sin concluir.