>>¿Doble Personalidad?<< Vernon Y Tú (Respaldada)

>>Epílogo<<

—Vernon basta —menciono con una pequeña sonrisa en los labios—, debemos terminar esto para mañana.

—Solo dame un beso y ya. No quitará nada de tiempo.

—Te he dado suficientes besos hoy, y no digas que no quitará tiempo, porque la última vez que dijiste eso...

Detengo mis palabras al escuchar mi teléfono, observo la pantalla encontrando un mensaje de Jeonghan diciendo que saldrá con los chicos y quizá vuelva un poco tarde. Gracias al cielo ha sido un mensaje y no el verdadero Jeong, si hubiera siquiera acabado esa frase y él la hubiera escuchado Vernon seria hombre muerto.

—Bien disculpa por querer demostrarte que te amo.

—Me lo has demostrado bastante seguido estos días —admito con un leve toque de color en mis mejillas.

—¿Dirás que no te agrada?

Gira la silla para que quede frente a él, una de sus cejas levemente alzadas me producen un toque de gracia. Su mirada baja de mis ojos a mis labios antes de acercarse hasta ellos y dejar un suave beso en estos.

Nuestros labios comienzan a moverse de forma lenta, su lengua da un leve toque pidiendo acceso el cual le brindo sonriente, mis manos suben hasta su cuello jugando levemente con sus cabellos sus manos dejan los descansos de la silla para dirigirse a mi cuerpo y levantarme con cuidado del lugar haciéndome caminar junto con él, sus piernas chocan contra el borde de la cama permitiéndole tomar asiento en esta. Hace que mis piernas queden a cada lado de las suyas de forma que mi peso queda levemente sobre el suyo, sus labios bajan hasta mi cuello haciéndome soltar un suspiro.

Su teléfono comienza a sonar de forma insistente trayendo mi mente a tierra de nuevo.

—Ignóralo ¿si? —Menciona negándose a soltar mi cintura.

—Puede ser importante.

—O puede ser que no.

El sonido del teléfono se detiene y una sonrisa se dibuja en sus labios de manera triunfante.

—Te dije que no era...

Antes de que termine la frase su teléfono vuelve a sonar con insistencia, suelta un suspiro frustrado antes de buscar su móvil con la mirada, observa la pantalla encontrando el número de su madre brillando en esta; su rostro cambia de un segundo a otro ganando una pequeña risa de mi parte, contesta el teléfono apresurado con el tono de voz mas inocente que le es posible.

—No mamá, Sophia aun no ha llegado, papá dijo que pasaría por ella saliendo del trabajo —niego levemente con la cabeza intentando soltarme de su agarre, niega con la cabeza haciéndome rodar los ojos—, es que yo... Tenía el teléfono con timbre bajo y no lo escuche, lo lamento... Si mamá, te prometo que estoy por terminar el proyecto... ¿Qué? Oh mamá no... De acuerdo, de acuerdo, yo le doy tus saludos, adiós.

Cuelga el teléfono y la risa que tenia contenida se escapa sin poder evitarlo, juro que me hubiera fascinado poder grabar su reacción.

—¿Decías que no era importante?

—Ok, quizás lo era —admite—, pero ahora ya nadie me buscará más —pronuncia con tono bajo.

—¿Querías un beso? Te he dado un beso, ahora en verdad debemos terminar ese proyecto.

—No quiero —chilla—. Ya estoy cansado de leer tantos nombres y fechas, por favor un descanso.

—¡Haz descansado lo suficiente! —Le reclamo—. Vamos, nos faltan aun las conclusiones y dos cuartillas de resumen.