Capítulo 2

8 1 0
                                    


Mary Jane resultó ser una viejecita muy amable. Una de esas abuelas que todos deseamos tener. De esas que hacen comida para sus nietos hasta que revientan.

El viaje se me hizo relativamente corto y esto fue porque Jane, me obligó a llamarle así, me contó su historia. Ella tuvo que sobrevivir en un mundo que no era para ella. Es una de estas personas que nacieron en la época equivocada, ya sea de forma adelantada o atrasada. No pudo ir al colegio porque le tocó trabajar en su casa, aún así estudió a escondidas. Era una rebelde para su tiempo, alguien que incluso se podía considerar peligrosa para la sociedad. Se casó más tarde lo normal, con el hombre al que amaba, muy poco común por aquel entonces. Por desgracia, la muerte se había llevado a su marido poco después y ella tuvo que criar sola a su hija, gracias a mucho esfuerzo, la sacó adelante. Ahora tenía un hermoso nieto o así me lo describió, que era principio de todo su orgullo y amor.

Me acuerdo perfectamente de como habló de él, sus ojos se iluminaron y una sonrisa imborrable apareció en su rostro. El niño debía de ser adorable y muy inteligente para su edad o eso me contó. No debía tener más de 9 años.

El gruñón guardia de tren volvió a aparecer, nos llamó la atención por estar conversando demasiado alto al parecer y que había llevado a una señora a quejarse. En cuanto se dio la vuelta nos empezamos a reír a carcajada limpia. La risa pareció contagiarse a lo largo del vagón y al final todos sonreían excepto la señora de la queja y el guardia.

Esos momentos de felicidad pura hacen que el tiempo corra más deprisa de lo normal. Que se vuelva casi efímero.

Al cabo de las horas se comenzó a ver las afueras de la gran ciudad de Sereya. ¿Entusiasmada? ¿Sorprendida? No, sería más apropiado expectante. Así me sentía, expectante. Me sentía demasiado tranquila quizás, no sé qué esperaba, ¿qué se abriera un hoyo gigante y se tragara a los vagones antes de empezar? ¿Una gran y oscura tormenta encima del edificio más alto de la ciudad? Mejor me iba dejando de películas, aunque según nos íbamos acercando el cielo estaba más gris demostrando que llovía en la capital.

-Tienes que conocer a mi Ethan y a su hermanito Ares.-Comentó Jane.

La verdad es que me vendría bien trabajar de niñera y estos niños parecen encantadores según los describe su abuela. En el pueblo, las madres eran muy protectoras con las hijas y a los hijos les dejaban que se criasen en la calle y luego salían gilipollas. Desde luego, había excepciones, pero la mayoría era como un patrón y se cerraban a las diferencias, a lo desconocido. Pero los nietecitos de Jane no podían ser así, teniéndole a ella de abuela.

-Ares es un poco revoltosillo, pero es normal para su edad-Dijo sonriendo. Debía tener unos 4-5, la época en la que los niños salen a descubrir mundo.

-Normal, es el dios de la guerra-Contesté, intentando hacer un chiste. Enmudeció y me miró fijamente, luego soltó unas cuantas carcajadas.

-Su madre es, como decirlo, un poco estrambótica. Ha salido a mí.-Y volvió a reírse. Me gustan las personas capaces de reírse de sí mismas.

Al acercarnos a la estación la gente se empezó a levantar y a ponerse sus abrigos.

-Encantada de conocerte de verdad, cualquier cosa que necesites en cualquier momento, estamos aquí.-Le sonreí agradecida, me dio un papel con un teléfono apuntado-Llámame ¿vale?

Finalmente, se paró el tren en una estación mucho más moderna que en la que me había subido. Salimos muy apretujadas entre los demás viajeros.

-Finalmente viene mi nieto a recogerme-Se alegró Jane.

-¿Tu nieto? ¿Ya sube en el metro solo?-Le miré sorprendida. No debería extrañarme, esta familia parecía realmente avanzada. Y hace 40 años la gente no era, ni de lejos, tan protectora como ahora.

-Pues claro, ¿17 años no te parece adecuado?-Sus carcajadas empezaron a llamar la atención a la gente.

-¿Qué?-Balbuceé.

-Claro que los 30 es la edad adecuada, pero él es un poco avanzado para su edad ¿entiendes?-Y volvió a reírse.-Que graciosa eres Laia, de verdad.-Y antes de dejarme contestarle, añadió-Hablando del rey de Roma, ahí está.

En ese momento, el tiempo pareció paralizarse a mi alrededor,

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 10, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lost in the cityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora