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-Queremos advertiros de que, que toquéis un instrumento no os va a librar de las clases de interpretación -dijo María.

Se escuchó a la gente quejarse y a alguien preguntando el porqué.

-Porque contáis una historia, y tenéis que emocionar, aunque estéis sentados tocando un clarinete -dijo Pilar.

-Si contáis una historia, tenéis que hacer que llegue, y en las clases de interpretación os vamos a ayudar a que eso pase -dijo María.

-Como diría nuestra amiga Mari Carmen, tenéis que emocionar como emocionaba -empezó Pilar.

-Paco de Lucía -terminaron las dos, para acto seguido reírse sin parar.

Llevaron a todos los chicos a una sala, en la que tenían que esperar a que les llamasen.

-Rubén Santos -dijo María, haciendo que un chico alto y moreno se levantase con su guitarra.

Al salir llevaba una pegatina, y por la cara que llevaba, le habían cogido para la siguiente ronda. Se sentó al lado de Pablo.

-Hola -dijo Rubén.

-Hola -dijo de vuelta Pablo.

-Soy Rubén -dijo extendiendo la mano.

-Pablo -dijo cogiéndole la mano a Rubén.

-Ya lo sé, he visto algún que otro video tuyo con el piano y la guitarra.

- ¿Ah sí? -pregunto Pablo un poco sorprendido.

-Sí, mi favorita es la de Como no te voy a querer, te quedo bestial.

-Gracias, es la que voy a tocar ahora, pero solo a guitarra.

-Buah, seguro que te sale genial.

-Eso esperemos -dijo Pablo.

Después de lo que a Pablo le pareció una eternidad, aunque, a decir verdad, la compañía de Rubén le amenizó bastante la espera, Pilar salió para llamarlo.

-Pablo Fernández.

Pablo entró a la sala en la que había gente bastante importante en la industria de la música, como Fito Cabrales entre otros, aparte obviamente de sus profesoras de interpretación.

- ¿Instrumento? -preguntó Pilar.

-Guitarra -contestó Pablo.

- ¿Canción? -pregunto alguien que a Pablo no le sonaba de nada.

-Como no te voy a querer de Conchita.

-Cuando quieras -dijo Fito.

Pablo empezó a tocar la canción, un poco nervioso, pero cerro los ojos y se imaginó a su hermano al lado con su piano, y se tranquilizó al instante. El vínculo que tenía con su hermano era enorme, y sabía que su hermano se moría de ganas por presentarse, pero todavía no alcanzaba la mayoría de edad, necesaria para inscribirse en el concurso.

Cuando terminó María y Pilar se pusieron de pie aplaudiendo, María, con los ojos un poco llorosos e inmediatamente Fito se levantó y le puso la pegatina.

-Felicidades chaval -le dijo Fito dándole una palmada en el hombro.

-Gracias -dijo Pablo.

-A ti -le contestó María.

Pablo salió de la sala super contento, y Rubén al verlo le chocó la mano.

-Sabía que pasarías.

Soñando Despierto //Operación Triunfo\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora