Revenge (CAMILA CABELLO Y TÚ) ✔

Capítulo 1: Necesitamos un trabajo

-¡MILAAAAA! _gritó Vero, mi mejor amiga, cuando entré a nuestro nuevo departamento.

-Hola Vero. _dije dejando mi chaqueta sobre el sofá.

-Dime que conseguiste algo, por favor. _suplicó llegando a mi lado.

-No he encontrado nada. _suspiré.

-¿Vamos por un café? Así pensamos sobre lo que haremos con nuestras vidas. _sugirió Vero tomando un suéter ligero ya que estaba haciendo un poco de frío.

Asentí, tomé las llaves de nuestro pequeño departamento y salimos a las calles de Miami en busca de un café o trabajo. Lo que llegue primero.

-¿Austin tampoco ha conseguido nada? _cuestionó Vero después de unos minutos en silencio.

-Nada aún, si seguimos así entraremos en bancarrota. _gruñi frustrada.

-No es nuestra culpa que la empresa hubiera cerrado o que por un extraño motivo nadie nos quiera dar trabajo, Mila.

Iba tan distraída maldiciendo a todo el mundo que no me di cuenta cuando choqué con alguien; la persona tenía unos lentes de sol y un Bean, era casi imposible saber cómo era su rostro, me tomó de la cintura y me ayudó a estabilizarme. Tenía un olor a colonia demasiado delicioso y no pude evitar dejar que mi nariz lo olfateara un rato.

-Disculpa.  _dije alejándome un poco.

-No importa. _sonrió mirando a Vero quien estaba discutiendo sola al parecer por una chica que la había empujado mientras pasaba.

También la miré y casi me sale una carcajada al verla, pero cuando giré a ver a la persona con quién había chocado, ya no estaba.

-Como si no tuviera toda la puta calle para andar, parece que necesita la mitad del mundo. _escuché como mi amiga refunfuñaba mientras volvía a estar a su lado y entrábamos al café.

Pedimos simplemente un café, nos ofrecieron mil tipos de café, pero nuestro dinero estaba recortado.

-Mani y Ally tampoco han conseguido nada. _comentó Vero revisando su celular. -Esto va de mal en peor, es como si nadie en esta puta ciudad quiere darnos trabajo.

-Estoy perdiendo las esperanzas. _pasé una mano por mi rostro y suspiré. -Ya hasta me duele la cabeza, ¿Tienes algo para quitarme el dolor?

-Dejame ver. _Vero abrió su bolso y sacó un pedazo de periódico del interior.

-¿Qué es eso? _pregunté mirando el ceño fruncido de mi amiga.

-Eso quiero saber yo.

Vero leyó detenidamente el periódico y me miró abriendo sus ojos.

-¿Qué?

-Es nuestra oportunidad, Mila. La nuestra y la de los chicos. Necesitan personal nuevo en Core Enterprise.

-¿Qué es eso?

-Es una de las empresas más grandes del mundo, reconocida por su importante participación en la tecnología de comunicación y por crear un combustible orgánico aprobado por la ciencia. _contestó Vero.

-¿Si nos darán el empleo? _levanté una ceja.

-Solo hay una forma de averiguarlo. _sacó dos dólares de su billetera y los dejó sobre la mesa. -Vamos a una entrevista.

(...)

Avisamos a nuestros amigos y todos fuimos a la entrevista de la multinacional. La suerte hoy nos acompañó, conseguimos el empleo y ahora soy secretaria de una de las socias. Mañana empezábamos y todos decidimos hacwr una pequeña reunión en mi departamento para celebrar que por fin conseguimos trabajo.

-Estuve investigando... _comentó Mani tomando un poco de cerveza.

-¿Sobre qué? _preguntó Ally con interés.

-Sobre Core Enterprise, ¿A qué no adivinan quienes son los dueños?

-Deja los rodeos y habla, Kordei. _insistió Austin, mi novio, acariciando mis muslos.

-Son ______ Hardin, Lauren Jauregui, Dinah mil nombres, Lucía Vives y Troy Ogletree.

Abrí mis ojos sorprendida al escuchar esos nombres. En la secundaria molestábamos demasiado a estos chicos, pero ellos se lo ganaban. ______ Hardin era una loca de las computadoras, Lucía Vives era una rata de biblioteca que se comía en un día el libro que agarrara, Lauren Jauregui le tomaba foto a todo lo que veía, Dinah mil nombres vivía en una granja con sus 100 hermanos y sus padres, todos los días llegaba oliendo a granja, Troy Ogletree era un nerd en química, el mejor de la clase. Nosotros en cambio éramos los populares a quien todo respetaban y temían, si algo no nos gustaba debía cambiarse y si alguien no nos gustaba se atenia a que los molestaramos cada que queríamos. Lindos tiempos los de la secundaria.

-Fantástico, ahora vamos a trabajar para los raritos de la secundaria. _dijo Austin de mal humor.

-¿Creen que nos recuerden? _preguntó Vero algo preocupada.

-¿Y qué si nos recuerdan? _dijo Brad frunciendo el ceño.

-Hicimos imposibles sus vidas en el instituto, si nos reconocen, por física venganza van a despedirnos.

Me sentía asustada, ¿De verdad tendrían tanto rencor hacia nosotros como para despedirnos? Admito que les hacíamos muchas bromas pesadas, mi novio y sus amigos metían sus cabezas en el inodoro, les escondíamos sus libros y un montón de cosas más. Pero eso fué hace unos cinco años, ya debieron haberlo superado ¿Cierto?

-Le patearía la cara a esos idiotas si llegan a despedirnos. _comentó mi novio.

-¿Te faltan neuronas, Mahone? _dijo Ally algo molesta. -No estamos en la secundaria y ellos son dueños de una multinacional, nos harían trizas si llegas a hacerles daño.

-Ally tiene razón, Austin. No puedes hacer nada, ellos ya son los jefes. _intenté razonar con el para que dejara esos pensamientos absurdos.

-Me niego a dejarme dirigir por unos nerds. _protestó.

-Amor... _tomé su rostro entre mis manos. -Es una oportunidad, no podemos renunciar cuando no hemos empezado.

Austin resopló y finalmente asintió dándome un beso.

-Bueno, quiero brindar porque al fin tenemos trabajo. _dijo Brad lehantando su copa y todos lo seguimos.