MIKE. ¿Lo recuerdan?, atractivo, anatomía perfecta, ojos hermosos, voz gruesa, frió, crudo, paranoico, asesino...toda una bestia. Estará en uno de sus peores estados como ser humano. Nadie le comprenderá, nadie lo tolerara, ni mucho menos el sabrá...
De nuevo esto estaba pasándome, cuando justo menos pensaba en hacer tal cosa, mas ganas me venían de hacerlo. Todo era culpa de esas inocentes miradas que encontraba en cada esquina. Niños, Bebés, Jóvenes y peor aún..Cada llanto o risa que estos emitiesen, lo volvía mucho mas tentador . Su sangre podía olfatearla desde muy lejos, su suave y joven piel me provocaban una excesiva obsesión a tal forma, de que si no lo conseguía, podría morirme.
Se intensifico justo cuando iba pasando por el jardín de niños "Manzanitas Rojas" , crucé la acera y me encontraba de pie en frente del preescolar, las paredes diseñadas a vidrio hacían ver desde el exterior todo aquello que hubiese dentro, encendí un cigarrillo y miré fijamente a mi próxima victima. Una pequeña de tez morena, con grandes ojos obscuros y un cabello lacio y largo tan hermoso, ¿Como una niña tan pequeña podía lucir tan perfecta?, todos los niños son espeluznantes, claro, pero ella era una excepción.
Una voz femenina entro a mis oídos sacándome de mis perfectas fantasías...
-Disculpe...esta prohibido fumar en este lugar...-
Gire de inmediato, una joven como de veinte años me miraba dudosa, al parecer sabia que mi presencia aquí no era muy buena.
-Si, bueno...lo siento.- esboce una sonrisa hipócrita y apague el cigarro con el borde de mi pantalón.
-¿Eres el padre de alguno de los niños?-
"¡Que carajos te importa perra!"
-Eh, No.- trate de no dirigirle la mirada, se veía irritante,curiosa, insoportable, su dentadura imperfecta y amarilla lo decía todo., ¿Como una persona tan fea puede ser maestra en un preescolar?, ¿los niños no le tendrán miedo a tal personaje?...Ashhh, ¡Que fea joder!.
-No puede permanecer aquí si no es pariente de alguno.- Contestó cortante
¿Esta mujer aun continuaba hablándome?
La mire de reojo
-¿Quien lo dice?, ¿tú?-
-Políticas del colegio.-
-Zorra...- susurre dando la vuelta para irme
-¡Vuelve a aparecer por aquí y llamaremos a la policía!- Gritó la muy testadura a mis espaldas
Solo me quedo mostrarle mi dedo medio mientras desaparecía en la espesa niebla.
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Mientras caminaba a casa, pensaba en la única niña que nunca me abandonaría.
Victoria.
Nos mudamos a un lugar mucho mas frío y lejano, apartado de muchos lugares donde pudieran encontrarnos. La vida era mejor, yo estaba menos alterado y las personas no eran tan sociables.
ya tenia un nuevo sitio en donde comer, pero para eso primero tenia que ir de cacería...
La pequeña morena era mas que la indicada, solo tenia que esperar el momento y pronto estaría en mis manos.
