Capítulo 1

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Entonces despierto.

Mi pulso está acelerado, son las tres de la mañana.

Me levanto por un vaso de agua fría de la cocina y regreso a mi habitación. Doy vueltas en la cama por una hora y consigo dormir un par de horas más.

Cuando suena la alarma me arrastro a la ducha, me pongo el uniforme del colegio, mi aburrida blusa blanca, la corbata del mismo tono gris que el de mi falda y mis zapatillas con dos centímetros de tacón. Me hago un moño en el cabello y le pongo una cinta delgada de color negro.

Paso a despedirme de mi madre y corro a tomar el autobús de las 6:30

Escucho música en mi iPod mientras recorro la ciudad, no importa que tan fuerte ponga el volumen, no puedo quitarme de la cabeza el sueño que he tenido.

No hay muchas personas a esta hora en el autobús, suele haber dos o tres personas más que terminan bajándose antes que yo.

Llego a la parada de mi escuela, bajo del autobús. Generalmente sólo quedo yo para esta parada. Pero esta vez alguien más está detrás de mí.

Doy unos pasos y volteo a ver a la persona, está vestida de gris. No veo alcanzo a ver su cara, tiene una capucha puesta y la poca luz de la mañana solo me permite ver la punta de su nariz. Supongo que ha de ser una mujer. Una muy bonita, pues tiene su nariz respingada.

Siento su mirada sobre mí, me giro y comienzo a caminar rápidamente.

Abro mi paraguas negro de motas blancas y camino las dos cuadras que faltan para llegar al colegio.

Llego 5 minutos antes de que comience la clase de literatura, Fanny me espera y retira su mochila del lugar que me apartaba.

- Luces terrible. – Soltó Fanny mientras ponía una mueca en la cara.

-Gracias Fann.

-Hey, no lo malinterpretes, lo que quiero decir es que...

-Buenos días jóvenes – interrumpió la maestra Pott – El día de hoy harán un reporte sobre el libro de la semana pasada. Tienen 30 minutos para terminar. – Dijo con su voz chillona y se sentó a leer 50 sombras de Grey

A penas habían pasado 20 minutos cuando entró el coordinador y le solicitó a la maestra que saliera un momento. Y al entrar ahí estaba.

La persona de capucha gris que había visto en el autobús. Es más alta de lo que creí que sería.

-Atención alumnos – Aplaudía innecesariamente para llamar nuestra atención – Les presento a Martín, acaba de ser transferido. Espero que lo reciban bien – Volteó a verme, sus ojos mostraban que tenía un plan, probablemente malvado, sonrió y continuó. – Adelaine ¿Puedes ayudarlo a que se ponga al corriente?

Ella sabe que odio convivir con las personas nuevas, pero que no le negaría ayudar a alguien. Ella me odia, probablemente este odio es mutuo.

Sin esperar a que respondiera, continuó hablando.

-Magnífico, Estefanía, por favor cambia de compañero a partir de mañana – hizo una mueca con la boca como si el cambio de compañero de Estefanía le pesara, pero ambas sabemos que está disfrutando esto.

La clase pasó rápidamente, no logré ver la cara de Martín, pues decidió no quitarse la capucha y la maestra Pott, le permitió usarla solamente por esta clase.

No vi a Martín el resto del día, pero no me sorprende, porque supongo que debió haber estado en la dirección arreglando papeles, checando libros, cuadernos y materiales que necesitará.

MetempsicosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora