Summary: —When marimba rhythms start to play, dance with me, make me sway —canta en un bajo susurro Bill en su oído, acaricia su cintura, se balancea y lo arrastra con él forzándolo a hacer lo mismo.
Ya saben, Gravity Falls no es mío, la canción tampoco, pero el universo si.
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Sway With Me
Cuando el ritmo de la marimba empieza a tocar,
Baila conmigo, hazme balancear;
Como una flor que se dobla en la brisa,
Dóblate conmigo, domíname con facilidad.
Otros bailarines pueden estar en la pista,
Pero mis ojos solo te miran a ti;
Sólo tú tienes la técnica mágica,
Cuando te balanceas me debilito.
Sway – Michael Bublé
El sonido combinado del piano, la batería y las trompetas hace a todos en el bar del hotel alzar la vista, camareros y bartenders incluidos; el ritmo es reconocido de inmediato, no es la primera vez que suena en el bar, pero es la primera vez que el cantante principal del lugar está acompañado por un coro femenino que empieza a cantar junto con él.
Bill Cipher sonríe de manera arrolladora para los presentes, especialmente las mujeres y uno que otro hombre.
El suspiro que deja escapar una castaña apoyada en la barra llama la atención del bartender de turno. Dipper Pines mira a su hermana con algo de incredulidad, sólo un poco, pues la actitud de su gemela no es tan sorpresiva como quiere pensar. Mabel es una enamoradiza, pero ningún enamoramiento la había hecho suspirar de manera tan estúpida como el rubio cantante que se pavonea por el escenario de manera sensual.
Sacude la cabeza y golpea suave la frente de su hermana entregándole una bandeja con variadas y coloridas bebidas.
—Lo siento Dip-Dop, pero no puedes negar que ese hombre está para devorarlo de un bocado —la chica se aleja riendo antes de que su hermano reaccione ante sus palabras.
Dipper bufa algo irritado, secretamente asesina en su mente al coro de chicas que cantan junto a Bill mientras le lanzan besos y sonrisas coquetas. Malditas las tres, mil veces malditas por poder disfrutar de un baile en el escenario con el rubio.
Debe admitir que Mabel tiene razón esta vez.
La primera vez que vio a Bill Cipher, cuando llegaron hace no más de tres meses, se había quedado con la boca abierta. El hombre era, y es, simplemente impresionante.
Alto, de tez pálida, sin llegar a verse enfermiza, el cabello de un rubio brillante como el oro y los ojos dorado-azules; el sueño de cualquier chica y, porque no, de chicos como él, una joya como ninguna otra, de sonrisa petulante pero coqueta y mirada predadora. Hasta su lenguaje corporal hablaba de poder, no precisamente monetario, y dominio.
Esa noche, cuando él y Mabel empezaron a trabajar, el hombre también cantaba la canción que resuena ahora por todo el lugar.
Cierra los ojos y se deje envolver por la sensual voz.
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Bill Bubblé
FanfictionCuándo la noche cae y la música llena el bar todos están a su merced, pero sus ojos son sólo para uno.