Mad Hatter

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Summary: ''La visión de esto congela la sangre de Dipper y corta su respiración, se pone en pie de un salto provocando que la silla caiga y retrocede unos pasos evitando por muy poco caerse, solo las presencias a su espalda le impiden echarse a correr.''  

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Mad Hatter

En este sueño hay un asesino

Estoy loco, cariño, estoy demente

Piensas que soy un psicópata

Me falta un tornillo

Te agrado más cuando estoy fuera de mis cabales

Tú puedes ser Alicia, yo seré el Sombrerero Loco

Y yo creo que tú también estás loco

Mad Hatter – Melanie Martinez

Gideon Gleeful observa a Dipper desde una esquina en el bar, hace una mueca y bufa, sus ojos azules desviándose está vez a Bill que mira de manera distraída al castaño pasear de un lado al otro entre las mesas; desde su pequeño encuentro en octubre Gideon no se había acercado al menor de los Pines, principalmente porque Cipher orbitaba a su alrededor siempre, incluso cuando ni siquiera estaba presente.

Entrecierra los ojos cuando los orbes azul-dorados de Bill centellan por el simple hecho de encontrarse con los castaños del mesero, aprieta sus manos y hace una mueca. ¿Qué tenía Dipper Pines que para Bill Cipher era tan atrayente? ¿Por qué para el hombre es tan especial?

Para él, Dipper no es más que un alfeñique, un insecto bajo su zapato al que puede aplastar cuando guste, sin embargo, no podía o tendría al rubio sobre él antes de siquiera levantar el zapato, algo que lo desespera y lo hace rabiar. No lo admitirá ni bajo tortura, y siempre se asegura de enterrarlo bien en su mente para que Bill no sepa nada, pero el gusanillo de los celos había empezado a carcomer su cerebro, y eso lo enfurece aún más.

No está celoso de Dipper, es más bien una molestia bien justificada, el castaño es alpiste junto a su maravillosa persona, el hecho de que consiguiera algo que él no, ni con todos sus trucos y recursos, que Bill Cipher baje la guardia en su presencia y sea vulnerable –aunque duda mucho de la totalidad de eso último–; y eso es peligroso para sus intereses, por lo que tiene que poner en marcha su plan ahora que Bill está distraído, o sería demasiado tarde.

Observa a Dipper mirar el reloj, frunce la nariz cuando el chico sonríe de esa manera estúpida que tiene, lo ve caminar a la sala de descanso donde seguro se cambiaría para irse; es el momento que esperaba. Deja su Martini a medio tomar y se levanta también; con una nueva mirada a Bill, que parece perdido en sus pensamientos, camina a la sala de descanso de los empleados; al entrar no nota la mirada perspicaz de Bill puesta sobre él.

—Pines —llama cerrando la puerta a su espalda, Dipper alza la vista de su bulto y rueda los ojos al verlo.

—¿Qué quieres Gleeful? —Cuestiona amarrando las agujetas de sus tenis—. No tengo tiempo para invertirlo en ti, así que...

—Solo será un minuto Pines, quiero hablar contigo.

—¿Y a mí me interesa lo que quieras decir por qué...? —Dipper lo mira con hastío.

—Es sobre Bill Cipher.

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Bill BubbléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora