MI ADICCIÓN [Hot] Norman Reedus&Tu (Revisión)

Capítulo Catorce 🔥

—¿Norman? -Pregunté intentando averiguar qué era o quien era ese bulto en el rincón-

Nadie respondió...

—Seas quien seas, creo que no está bien que estés aquí sin avisar a los dueños o a algún entrenador -Dije esto tratando de subir el volumen de mi voz para que eso o el logrará escucharme-

—¿Y tu quien eres para decir esas cosas? Anda y besate con otro niño.

<<Oh santa mierda!! Esa voz se me hacía familiar, claro  Norman">>

—¿De que carajos hablas Norman?

—Vete con ese niño, ¿como se llama? Ah si Mingus, vete con él, se nota que lo disfrutas mucho

-En la mente de Norman-
<<¡Soy un idiota! Si si lo soy, ¿Como puedo estar celoso de mi propio hijo? ¡Carajo Norman! Tienes que dejar esto, pero es imposible, está niña me hace perder la cordura>>

—¿Celoso? -Reí en burla a esta escena tan peculiar-

—¿Yo de ti? -Ríe- ¡Por Dios niña! Tengo a Miles de mujeres esperando por mi, no tengo tiempo de poner atención a estupideces

—Bien... Bueno, yo me voy con Mingus, chau -Me di la vuelta burlando aquellos ojos de fiera que notaba desde lejos.

—¿A donde crees que vas niña insolente?

—OYE... -Grité- A MI NO ME VAS A INSULTAR, ME VOY POR QUE A TI NO TE IMPORTA NADA Y NO ESTOY DE HUMOR PARA SOPORTAR TU PUTO CARÁCTER IMBÉCIL... -Salí enojada del Gimnasio-

<< Y como no iba a estar molesta y este hijo de las mil mierdas, se la pasa insultando me sin importar nada, cuando yo solo quiero que me escuche y preste atención, digo aparte de que me folle ¿Cierto? Bueno reí -Rei mentalmente- >>

Unas manos se posaron en mis hombros.

—¿Quien eres? ¡No me toques! -Reaccione ante el contacto-

—Soy yo... Regresa y hablemos bien

<< Norman 😒😒 >>

—No quiero hablar contigo... Y suéltame -Me Moví constantemente para que su agarre se soltara, pero fracase-

—Regresemos -Me ordeno-

—No, déjame en paz.

—Por favor, no armemos un lío aquí en la calle.

A jaloneos y más me llevo de regreso al Gimnasio.

—Eres un...

Norman no permitió que continuará hablando y me sorprendió con un beso, un beso lleno de pasión y deseo, donde su lengua de pronto estaba en una guerra constante para adentrarse a mi cavidad vocal.

—Q-que mier-da haces? -Le dije entre besos-

—Solo m-me esto-y dis-disculpando...

Me aparte del beso.

—Odio esto, en verdad lo odio -Lágrimas comenzaron a bajar ya por mis mejillas-

—¿Que te sucede?

—Estoy cansada de ti, de tus constantes ofensas, de los mensajes enviado pero jamás contestados, de que no me atiendas llamadas y cuando estemos juntos sólo me quieras por sexo.

—Sabes que todo eso tiene explicación...

—(Lo interrumpí) Si si trabajo y más trabajo.