El Chivo Asarozo

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La madrugada apañaba el cielo cómo un mar las estrellas refulgentes y la fría brisa soplaba inclemente desde el norte helado,la ciudad fronteriza se alsaba entre la desembocadura de las montañas Arônnor,eregida en piedra tosca de color marroso y sus murallas no tan altas parecieran quererse derrumbarse adentro sobre sus casotas y calles de pavimentado escabroso en mal estado al igual que los barrios bajos de la zona comercial.
La ciudad de Risvörd no era la más importante del reino de Vastör,pero su ubicación de estar cerca de la ruta comercial con el reino vecino Bardillěn le daba sus ventajas,y tambien sus desventajas,por sus puertas pasaban miles de vendedores de lugares lejanos,comerciantes y otros viajeros de paso,pero también entre aquellas personas se mezclaban ratas,borrachos,ladrones,mercenarios entre otros tipos que no estaban del lado de las justas leyes del reino.
El alcalde Altur Kralděn mantenía el orden gracías a su política no tan legal con los tajos ilegales de los barrios bajos,cómo los búrdeles,los manteros que llenaban la plaza cada mañana para vender sus variopopintas mercancías y éstos pagaban impuestos para mantenerse en rodaje y los soldados no se salvaban de aceptar algún que otro soborno para hechar la vista gorda a los problemas de los atorrentes cómo ser las peleas entre rívales ricos o sícarios que conformaban gremíos.

El fortachón Oběr le dió una gran mordida a un pedazo de carne asada y luego también a un pedazo de pan que maztico cómo si fuera una competención de comer a prisa hambrientamente,su amigo Eldriän lo observaba atónito pués el apenas había tocado su platillo de carne que olía a especías deliciosas,al menos eso ofrecia el hostabar que se llamaba "El Chivo Asaroso" que se entreñia en el barrio medio norte llamado Kălnnar,en su rostro se denotaba impaciencia y preocupación.
-No te preocupes ,hermano ...sólo se ha de retrasarse por algún problema dn el camino,come vamos- Dijo Oběr que se tomaba un largo trago de su jarro de cerveza bién fria,luego sospesó su barriga llena mientras ojeaba a la camarera rubía esbelta que pasaba junto a su mesa,ésta le hizo una risita de coqueteo.
-Sabes??? Amigo,tal vez tengas razón de que si se tarda tendremos unos días más libre en esta ciudad,tan...tan chula,hhhmm- Eldriän hizo caso omiso aquello que comentó su amigo que se espesaba otro largo trago de su jarro,cuándo se dispuso a llevarse a la boca un pedazo de carne,a las puertas se abrió paso una mujer que regateó evitando las mesas de hombres mugrosos que la miraban de arriba a abajo y la devoraban con miradas ociosas y cara babeantes.
La mujer vestida de prendas grisaseas y una capa larga color noche,botas de cuero que resonaban en el piso de madera ornamentada,no hizo caso a los comentarios que le dedicaban los ebrios y babosos arapientos que llenaban las mesas de la taberna,su mirada se centraba en el fondo de la estancia dónde dos extraños sentados cara a cara bajo la tenue luz de un farol colgante.

-Me dijeron que aquí me encontraría con las personas dispuestas a cumplir un trabajo...
Soy la que quíere contratar sua servicios,soy Millä hija de un comerciante de - Se cortó su voz timbante y acíaga,cuándo deparó que el hombre tozco le ladeó la cabeza.
-Eso depende...del trabajo y las condiciones del pago,señorita Millä- Habló Oběr con voz recía sin rastros de su ebredad.
-Sentaos,mi lady... quereís comer algo-Eldriän le indicó que se sentara en la silla restante de la mesa y la señorita se sentó.
Un rato después la camarera se presentó para tomar nota y luego se retiró a buscar los pedidos.
-Esto es un manuscrito...es lo que dicta la orden de Endăkhyr para poner en libertad a mi padre...
Quién lo aprisionaron cuándo comerciaba en los puertos de Ômbur y lo llevaron a Kăndfor,y luego me enviaron éste manuscrito hace meses.
Parece que si llevo esa reliquía lo van a líberar,por ...por favor ayudadme,ayudadme buenos hombres- Habló Millä cuándo la camarera ponía los pedidos en la mesa,Eldriän tomó un trago de su jarrode cerveza luego hechó mirada a su compañero Oběr que parecía un poco perdido por lo contado de la voz de la señorita.
-Dónde ésta esa...reliquía??- Preguntó con el ceño fruncido Oběr a su compañero encapuchado,éste hizo una mueca tajante.
-Ausdäl- Sonó la voz casi susurrante Millä luego al ver la mirada de Oběr;sabía que era lo que seguía en la conversación.

-Cuánto es el pago por dicho trabajo,mi lady- Espetó Eldriän miéntras masticaba una bola de jamón tibio mirando fijo a la chica.
La señorita Millä no se intimidó ni un pelo y dirigió sus ojos color miel a los dos sujetos que quería contratar o convencer de hacer aquel trabajo.
-300 vignăs de plata,150 adelantados antes de partir y lo demás al terminar el encargo- Sonó séria y decidida Millä.
Oběr hechó una ojeada por la taberna para asegurarse que ningún troglodita había escuchado eso,una abrumadora cantidad de dinero que los haría tener un largo retiro de sus honoraríos,ni en cinco años podrían reunir ese dínero.
-Malditos fánaticos de las sombras,tanto dínero sólo para hurtar una reliquía antigüa.
Por el amor de Arthăl,nos cubra- Masculló el fortachón que acercó su cara a su amigo que tenía una mirada recia por aquellas palabras.
Eldriän miró a su amigo y compañero Oběr que tenía cara de mazticar una piedra si le pedían por un pago así de jugoso,entonces dió un suspiro.
-Al parecer ay trato hecho...
Mi lady aceptamos el encargo- Habló Oběr.
La voz de Millä lo interrumpió de repente ante de que dijera otra palabra.
-No olviden la condición que es...
Que os acompañaré en busca de esa reliquia y hasta terminar éste trabajo,me iré a buscar a mi padre.
-Eso ... eso aumentará el pago señorita- Gruñó Oběr mirando a su compañero.
-Cuánto?? - Especuló Millä.
-Serán 400,200 adelantados ahora- Masculló de nuevo el fortachón Oběr con tono seco.

-Cuánto creés que necesitaremos para el viaje??,Oběr- Habló Eldriän que repartía el pago en partes iguales en la habitación que tenían allí en el barrio bajo de forma permanente.
El hosterobar "Toro Negro" y ya los tenía hecho,los bolsinos llenos de vignăs que estaban sobre la cama de la habitación.
-Creo,creo que 40 serán suficientes- Masculló Oběr que se espetía sus armas cortas,varias de ellas aún estaban encima de su camastro,entonces Eldriän apartó aquella suma de vignăs en un bolsito de cuero y luego se llevó los dos bolsos de alpilla hacía abajo descendiendo por una escalera de madera ya bastante alachada con partes sueltas,la razón por la que habían elegido la ultima habitación de aquel sucío lugar era que daba entrada a un sótano secreto que ni el propiétario actual sabía que exístia,aunque ellos mismos habían hecho refacciones al lugar al para acondicionarlo a sus necesidades.
Jaló de una palanca cerca de la puerta del fondo que se abrió y un parpadeo seguido se encendieron las lámparas que alumbraron la habitación bajo tierra ,era alargada y tenía varías piezas que servían de depósitos y de armería.
Eldriän abrió un habitáculo que tenia una puerta de hierro tosco y negro,allí adentro habían estantes escalonados dónde se encontraban algunas cosas,copas,perlas y otras cosas de valor,pagos por sus trabajos.
Puso los dos bolsos en su lugar que aún estaba libre,luego cerró la puerta del cuarto que funcionaba de bóveda personal y se encaminó al cuarto dónde estaba la armería.

Eldriän tomó las dos espadas curvas y cortas que en sus hojas llevaban runas elfícas grabadas.
Alsó a la luz del faról colgante y la hoja refulgió como un espejo reflejado y dibujó una mueca en su cara,sus orejas un poco puntiagudas podían escuchar hasta el bátir de alas de un Khilgirt desde el otro lado de una tronante cáscada.
-Llevarás tus Gwyldinhăr...que pasa,un robo de una vieja reliquia sin valor te hace llevar tus mejores armas a combate,amigo- Masculló Obêr que estaba a su espalda manoseando las flechas y las estrellas de mano,su amigo echó una mirada penetrante a su compañero con cara de cosas significativas.
-Es solo instinto natural...sólo eso,pero por las dudas mejor estar atento a las sorpresas.
Y no me gustan las sorpresas desagradables- Masculló y buscó sus ropajes entre los chalcos colgantes del armaron que ocupaba el otro lado de la pared.
-En ese caso,hermano me llevaré,mi Hěrmil y mi daga Bărzadur,hhhmmm- Espetó Oběr que puso su daga larga en su vaina de su cinturón y la espada larga sobre sus espaldas.
Los dos guerreros ya bién armados y atavíados para el viaje con capas largas color verde fucuo salieron del hosterobar,cuando los primeros mátices del alba se asomaban en el horizonte lejano.
La noche había traído bastante frío y el rocío lo empapaba todo alrededor,se dirijieron al establo del hesterobar y montaron sus récios caballos saliendo al camino que llevaba justo a la puerta oeste de la ciudad de Risvörd.
-Le dijiste dónde nos encontraremos con esa chica...que por cierto debe tener un padre ricachóncho- Masculló Oběr que cubría su rostro con un bufaro de lana negro.

Las Cronicas De Khiryăn - (Eldriän) Libro 1 - La Llave de LöthyrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora