Capítulo 2 - El mejor verano... claro.

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Día siguiente. 1 de Julio. Sally se levantó pensativa. Bajó las escaleras con temor de que su madre le sacase de nuevo el tema y se repitiese la misma historia de ayer. Llegó a la cocina y se preparó el desayuno. Ella intentó no mirar a su madre, pero era inútil.

— ¿Qué tal te levantaste hoy, hija? – La madre de Sally le preguntó como todos los días, al parecer ella tampoco quería volver a sacar el tema.

— Bien. – Sally intenta hablar lo menos posible con su madre. – Hoy he quedado con mis amigas, iremos a la piscina de Anna todo el día. También estarán sus primos y sus padres, así que no te preocupes, estaré bien. Volveré a la hora de cenar.

— Vale cariño, diviértete. Pero que no se te olvide llevar la crema para el sol. Ya sabes que… - Sally desconectó en ese momento, cuando su madre se ponía a hablar de temas así era mejor no prestarle mucha atención. - ¿Me has entendido?

— Sí, mamá.  – Sally subió a su habitación y comenzó a preparar sus cosas. En una hora dos de sus amigas la irían a recoger.

“DIN DONG”

Sonó el timbre. La madre de Sally abrió la puerta. Eran sus amigas. Sally bajó al salón, allí estaban. Dio dos besos a su madre y se despidió.

— No tardes en volver y pórtate bien.

— Sí, mamá. No te preocupes.

Llegaron a casa de Anna. Su piscina era inmensa, ahí podían caber cuatro elefantes adultos.

O bueno, quizás menos, pero para ella era gigante.

Comieron y seguidamente se metieron. Todo era perfecto, solo eran risas y diversión. Jugaban, se tiraban a la piscina haciendo concursos para ver quién era la mejor en tirarse de cabeza.

Sally perdió. Era patética tirándose de cabeza.

Parecía que había olvidado que Loreen no estaba con ella hasta que los padres de Anna preguntaron por ella. La sonrisa de Sally se desvaneció al instante.

Loreen no estaba con ella.

Sus amigas notaron que no se sentía bien, no lo pensaron dos veces y le preguntaron.

— Sally, ¿estás mal porque Loreen se fue?

— Sí. La echo de menos.

Sofía, decidió animarla.

— Pero, ahora has estado feliz y divirtiéndote con nosotras, ¿no?

— Sí, pero al preguntar sus padres por ella me acordé… - Sally señala a Anna.

— Supongo que te lo habrá dicho todo el mundo, pero es verano y tienes que disfrutar de ello. – Sofía la abraza - ¿Sabes? Yo tampoco tengo este verano a mi hermana, ya sabes que está trabajando en Argentina, y no por eso voy a estar mal.

— Lo sé, no te quito la razón. – Sally decidió animarse y hacerle caso a su amiga. Sacó una sonrisa y se puso a divertirse con todas los demás.

A pesar de eso, la tarde de Sally fue una de las mejores de todo lo que llevaba de verano.

Llegaron las nueve, la gente se estaba yendo y ella decidió despedirse. No quería llegar tarde. De camino a su casa estuvo pensando detenidamente en todo lo que le dijo Sofía. Tenía razón, tenía que animarse, no pensar tanto en Loreen.

Llegó a casa, sus padres ya estaban comiendo.

— Hola, ¿llego muy tarde? – Sally saludó a los dos.

— No, acabamos de empezar. – Su padre la vio mucho más animada y una sonrisa salió de su boca. – Por cierto, ha llamado tu hermano. Dijo que te echaba de menos, y que vendría dentro de un mes. Tenían pensado venir antes, pero está con su novia y se van unos días de vacaciones. – Su padre tenía miedo de que se lo tomase mal y su ánimo cayese en picado.

— ¿Sí? ¡Qué alegría! ¿Y dónde van a ir? Mañana sin falta le llamaré. – Sally no pierde la sonrisa en ningún momento. Termina de cenar y sube a su habitación.

Wow, parecía que le había sentado muy bien la tarde en la piscina con sus amigas.

Once de la noche. El teléfono de Sally comienza a sonar.

Ella ni siquiera miró de quién era la llamada.

— ¿Diga?

— ¿Qué tal te encuentras hoy?

Sally no reconocía la voz, quizás por el cansancio. Miró el número para ahorrarse preguntar quién era.

Era Liam.

Al fin se había dignado a llamarla después de dos días. Bravo por Liam y su desastre mental.

— Ahora que me has llamado mucho mejor. Aunque podías haber llamado cuando me prometiste. – Sally parecía algo enfadada.

— Oh, lo siento, he estado liado pensando cómo hacer para... – un momento, ¿qué iba a decir?, maldito cabeza hueca, casi la caga.

— ¿Cómo hacer para qué? – Sally empezó a sospechar que le ocultaba algo. - ¿Qué intentas ocultar Liam. Te conozco.

— Tiempo al tiempo Sally, no seas tan impaciente.

— Pero…

— Pero nada. – Liam la interrumpe para cambiar de tema. - ¿Recuerdas el libro ese que tanto nos gusta? “Marina”.

— Sí… -Sally no entendía porque sacaba ahora ese tema.

— "Los problemas son como las cucarachas. Si se sacan a la luz, se asustan y se van." ¿Lo recuerdas?, ¿recuerdas esa frase del libro?

— Sí, claro. Pero no sé qué me quieres decir con eso.

Una carcajada tímida sale de la boca de Liam.

— Tu único problema es que no estará este verano Loreen contigo, ¿no?

— Sí… -Contestó ella, no del todo convencida.

— Eh, “si se sacan a la luz, se asustan y se van”. – Vuelve a recordarle Liam.

Sally suspira y decide arrancarse.

— Vale, quizás no es solo ese mi problema.

— ¿Quizás? Sally, soy tu mejor amigo, nos contamos todo. Sabes que en mí puedes confiar.

— Lo sé. Es que tampoco os tengo a vosotros… no, a ti. – Sally intentó corregirse. Pero era tarde.

— ¿Vosotros?, ¿quieres decir Cody y yo? – Lo sabía. Sabía que también era eso.

— Sí… - ¿Cómo era tan tonta? Ahora Liam estaría vacilándola con eso. Genial.

— Con que echas de menos a tu amor platónico, ¿no? – Liam arqueó las cejas, aunque valla, Sally no podría percibirlo ya que la conversación era telefónica.

— No es platónico… mierda, no, no, no es mi amor, ni mi amor platónico ni nada. Uf, Liam, te odio. – Sally comenzó a ponerse nerviosa. La había vuelto a cagar. De nuevo.

Liam comenzó a reírse. La había pillado.

— No es gracioso… soy estúpida. – el ánimo de Sally cambió.

De repente se produce un pequeño silencio entre los dos.

— Confía en mí, Sally. Será el mejor verano de tu vida. Ahora tengo que colgarte, ya es demasiado tarde y mañana he quedado muy pronto.

— ¿Para qué? – Le pregunta con curiosidad.

— Para que sea el mejor verano de tu vida.

El teléfono deja de dar señal. Liam había colgado después de decir esa inquietante frase.

Sally decidió no darle más vueltas y se acostó.

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NOTA DE AUTOR.

¿Qué tal os ha parecido? La verdad, Sally parecía más lista y menos metepatas jajaja. ¿Vosotros qué opináis?

Votad, comentad y disfrutad de la novela.

Ah, y si pasáis el enlace de la novela a vuestros contactos me haríais un favor enorme.

¡Muchas gracias por leer! xx

¿El mejor verano de mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora