Shut Up -Oneshot Engmano-

Capítulo Unico

Inglaterra se sentó silenciosamente en su asiento, tratando de bloquear el ruido de voces que rezonaba en sus oídos.

Esperando y rezando para que la reunión termine pronto para poder salir de allí rápidamente. Que podria escapar de sus crueles palabras y de la sensación de ojos fijos en el, o de los interminables murmullos de chismes que se escuchaban en el fondo. A pesar de la comodidad infinita de sus amigos mágicos.

Se estaba llevando a cabo un ritual normal de hostigamiento y burla al enfrentar cada reunión mundial. Según, se burlaba de su propia existencia, nombrando a todos sus defectos en una lista. Pero no era nada nuevo, se había visto obligado a lidiar con esto desde que nació como nación. Aparentemente nacer menos que maravilloso o llamativo como el resto del mundo lo convirtió en un hazmerreir.

Era sobre su personalidad, sus pasatiempos o su apariencia. Como puedes imaginar, esto no ayudó a su confianza o problemas de autoestima, haciéndolo sentirse peor consigo mismo. A veces se preguntaba si desaparecía se sentírian mal o solo dejarían de acosarlo.
A veces se sentía como si todo el mundo lo odiara, a esta situación sólo agregaba leña al fuego.

-Mon dieu Anglaterre, ahora eres un adulto pero no haz cambiado nada. Todavia eres un pervertido en negación, tu cocina no ha mejorado y sigues siendo tan terco como siempre- Francia suspiro pesadamente. A veces se preguntaba si todas sus enseñanzas e influencias durante su infancia habían caído en oídos vacíos. En aquel entonces, el había tenido tantas promesas, solo para convertirse en la persona que era ahora.

Uno pensaría que después de estos años habría cambiado, pero no era igual a como era cuando era un niño. Si tan sólo tomará lecciones de el sobre como ser un caballero, pero el rechazo su ayuda. Al menos podría recibir terapia sobre el hábito de hablar consigo mismo, realmente no era saludable y lo haría mejor a partir de la interacción humana.

-¿Que hay de tu ropa? Necesitas empezar a meterte con los tiempos en lugar de esas ropas de anciano. Pero las personas mayores de mi nación cocinan mejor que nunca- Intervino Estados Unidos. A los niños de su país les encantaba ir con sus abuelos por una tajada de tarta de manzana casera, la boca se le llenaba de agua mientras el aroma se les subía a la nariz y les daba hambre.

Odiaba y rechazaba cualquier forma de cambio, solo probando más su punto. No importaba cuanto intentará presentarle algo a Inglaterra, lo rechaza con irritación.
Mostrando que realmente era un anciano a pesar de la negación ante la acusación. Se destacó de todas las demás naciones, grabando su lugar como la oveja negra de Europa.

-¡Realmente necesitas aprender a ser increible como yo, the hero!- USA brotó con orgullo. Si el aprendió a mejorarse a si mismo, tal vez a la gente le gustaría más. En lugar de permanecer exactamente igual. El cambio fue bueno, era el camino del futuro e Inglaterra necesitaba entender eso. En lugar de vivir en el pasado.

Inglaterra no dijo nada; si habría la boca, sabía que se burla rían de el por ser un niño.
Sus ojos verdes vidriosos y reflexivos como un espejo debido a las lágrimas que se acumulaban. Solo había permitido que sus hermanos o Francia lo vieran llorar, brevemente cuando era un niño, pero nunca lo habían molestado por su edad en ese entonces. Pero si lo vieran llorar como un adulto, lo desgarrarian. Incluso América.

Su cuerpo temblaba como una hoja, con la cabeza gacha mirando al suelo, para que nadie pudiera ver sus lágrimas. Durante años había tolerado esta mierda, siglos de hostigamiento y aislamiento de todos los demás. Una vez había tenido la mitad del mundo, siendo la nación más poderosa conocida por el hombre. Pero ahora el era solo el blanco de las bromas de todos. Perder toda forma de respeto de otras naciones, sintiéndose completamente miserable por dentro.