Capítulo único

398 47 9
                                    

Hola, sí, hola.
Te estoy hablando a ti, sí sí, es raro ya lo sé, no te asustes, pero te estoy viendo ahora mismo.
Bueno a ver, no te estoy viendo realmente, pero sé que estás haciendo, es extraño y a lo mejor te confunde un poco, pero soy tú.

Hey, por favor cálmate y no te desmayes, soy tú en un universo alternativo.
Sí... En este universo, o sea, en el que ahora estoy yo, no el tuyo, pasó algo muy raro, y dado a tu interés en la supuesta serie que hay en tu universo... Quiero contarte esto, pero por favor no le digas a El Doctor, él me mataría.

En mi universo no existía ningún tipo de serie llamada "Doctor Who" como existe en el tuyo, aquí más bien se conocía como una leyenda, un hombre que viajaba en una cabina de teléfono el cual podía viajar por el espacio-tiempo, jaja, sí, era usualmente un cuento para niños.

Bien pues... Ponte cómoda, voy a contarte un cuento...

Diste otra vuelta en la cama, tratando de acomodarte, era realmente imposible dormir.

Nunca podías dormir por la noche, siempre dormías por el día pero nunca por la noche, y había veces que ni si quieras podías dormir por el día, pero seguías sin dormir por la noche.

Encendiste una pequeña lamparita que había sobre tu mesita de noche y un libro aleatorio de tu estantería.

Harry Potter y el prisionero de Azkaban... ¿Por qué no?”

En tus noches de insomnio lo único que hacías era leer, uno de tus hobbies más amados por ti.

Comenzaste a leer el libro, recordando la de veces que ya lo habías leído, y sabiendo ya lo que iba a pasar en cada momento, cada diálogo...

Ibas cambiando la postura que tenías en la cama, y llegó un momento en el que te dejaste de concentrar en el libro y solo pasabas las páginas pensando en ese maldito hombre...

¿Por qué tuviste que ser tú?”

“Había muchos más chicos”

“Había gente más normal”

Aún recuerdas la última vez que le viste, lucía su habitual pajarita, iba con una normal camisa de cuadros, con sus pantalones junto con sus tirantes, sus zapatos y su chaqueta... ¿Por qué te habías enamorado tanto de aquel hombre del cual dudabas de sus sentimientos?
No sabías si él sentía lo mismo por ti al abandonarte ya por un año... Tantas aventuras, tanto tiempo juntos, para ti todo eso se fue a la basura cuando te dejó en tu casa, en tu respectivo lugar en el universo, y se fue sin decirte nada, solamente una mirada, y ni un adiós.

Estabas embobada en tu pensamiento, pero sin previo aviso la puerta de tu cuarto se abrió y saliste de tu cabeza tirando el libro al suelo sin querer.

Miraste atentamente a quien había entrado en tu cuarto y te quedaste sin palabras, cosa que pasaba en pocas ocasiones.

— Se suponía que estabas durmiendo...— dijo aquel hombre colocándose bien su chaqueta.

En ese momento fue cuando reaccionaste y te levantaste de la cama para darle un puñetazo en toda la cara.

— ¡Te fuiste! ¡Me dejaste sola!— le gritaste en toda la cara, mientras él se sobaba la mejilla que le habías golpeado— Me dejaste aquí sola, ¡Me dejaste aquí sola, sin nadie, sin nada, sola!— tus ojos comenzaron a humedecerse.

— _____... Escúchame por favor— te dijo.

— No, maldita sea ¡No! Deja de utilizar tus trucos conmigo, deja de ser tan así, ¡Deja de enamorarme tanto!— le soltaste, y no pudiste evitar derramar unas lágrimas ante él, lágrimas que trataste de limpiar pero que no paraban de salir.

— Lo siento, de verdad que lo siento, yo no quería, yo... Era un sentimiento muy raro, perdóname, por favor perdóname— pasó sus manos por tus mejillas, haciendo que le mirases, y limpió tus lágrimas conforme salían con sus pulgares.

Su rostro, sus ojos oscuros, su pelo castaño... Te acercaste a él sin previo aviso y juntaste tus labios con los suyos, sintiendo muchas nuevas emociones en ti, sintiendo que debías de estar junto a él para siempre, sintiendo que era necesario para ti.

Él se separó ti y te miró atentamente a los ojos, tú no te extrañaste, era obvio que él no te iba a amar, era simplemente imposible.

— Te dejé aquí porque me enamoré de ti...— al escuchar eso tus ojos se agrandaron— pensé en que te quedases aquí para siempre, que conocieses a alguien más, y que vivieses una vida feliz en tu universo, pero no pude evitar volver... Porque eres demasiado necesaria para mí, y no puedo tenerte lejos— no pudiste creerlo, así que solamente volviste a besarlo sonriendo levemente y volviendo a derramar lágrimas, pero esta vez de felicidad.

Luego del beso de unos segundos te separaste de sus labios y le abrazaste.

— Quiero ir contigo— le dijiste con una gran sonrisa en la cara.

— Te amo.

— Yo también te amo, Doctor.

Vaya, tengo que irme ya, yo de otro universo, ¡El Doctor me llama!

¿Te ha gustado el cuento?

I Need You (Eleventh y tú) © [One-shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora