Capítulo 1

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Recién habíamos llegado a nuestra nueva ciudad, un barrio lindo,nada fuera de lo normal, la casa es grande para 3 personas, esperaba algo más genial sinceramente pero al final sé que me gustará la casa.

Mamá iría a ver mi nuevo colegio, sinceramente preferiría quedarme en casa. Mi padre estaba arreglando sus cosas ya que empezaría su nuevo trabajo.

Después de explorar la casa, decidí explorar el barrio. Fue muy entretenido, aunque mi sentido de orientación no es muy bueno y me dejé llevar por el paisaje, por lo que me perdí.
A unas cuantas calles me topé con un lindo parque, perfecto para admirar el bello atardecer. Me subí a uno de esos juegos para niños a mirar la belleza del cielo, esos colores tan cálidos y deslumbrantes. Realmente no quería volver a casa.
Una dulce voz masculina logró romper la burbuja en la que me había encerrado, era un chico alto, jóven, con cabellera plateada. Cantaba de una manera un tanto triste, tal vez desanimado, realmente sentí lástima por la manera de cantar de aquel muchacho.

Cada vez fue cantando más suave, casi como un susurro, su voz era adictiva, tan dulce, tan impresionante, simplemente una voz hermosa.

En su suave canto, se detuvo, se sentó en el piso y abrazó sus piernas. Era muy notable su tristeza, no creí que hubiera personas tan transparentes con sus sentimientos, o tal vez, soy buena sacando conclusiones locas de cosas que no son de mi incumbencia  

En ese momento pensé "Este chico necesita ánimos" , realmente pensé en preguntar qué tenía , pero reaccioné, "¿cómo se sentiría si llega un desconocido y te da ánimos". Me acerqué a él con la intención de no sé, ¿hablarle? lo que sea, no podía quedarme ahí por dos razones, mi memoria es tan buena que no recuerdo por dónde tenía que volver, y porque aquel muchacho no podía quedarse ahí, ya empezaba a hacer frío y él estaba sentado en el suelo.

-Disculpa-  Dije poniéndome en cuclillas para que escuchara mi voz que salió  casi como un susurro, él levantó la mirada y limpió las pequeñas lágrimas de sus ojos. 

-¿Te puedo ayudar en algo?- me dijo levantando la mirada para después regalarme una pequeña sonrisa casi invisible en su boca.

 -¿Eres de por aquí?, no recuerdo cómo regresar a mi casa- Soy demasiado inteligente, le dije a un extraño que estoy perdida, ¿Y si es un secuestrador? ¿y si me mata? podrá ser lindo pero no lo conozco. 

-¿Yo?, no te había visto por aquí, ¿eres una secuestradora?- Touché 

 - No soy ninguna secuestradora, me acabo de mudar-

-Mmm... está bien- Se levantó, le dí mi dirección y caminamos sin decir nada. Fue un tanto incómodo. Justo cuando estaba pensando en qué decir volteó

-Me llamo Baekhyun-

-Mucho gusto Baekhyun....-

-.... ¿No me dirás tu nombre?-

-Humana...- En ese momento no sé en qué estaba pensando, él sólo rió por mi comentario, realmente creo que fui estúpida, no, soy estúpida.

-Bien señorita humana secuestradora que no quiere decirme su nombre, dígame, ¿por qué se perdió?-

-Por tonta- ¡Rayos! eso era para mí. ¡No lo quería decir!. Baekhyun empezó a reír escandalosamente que incluso la poca gente que caminaba por ahí volteó como suricata. En serio quería decirle que se callara, pero me quedé callada para no llamar más la atención.

-Señorita humana secuestradora eres muy graciosa- 

-Y tú muy escandaloso-

-Oye, no seas mala conmigo, no me conoces- ¿En serio me está regañando por eso? él me dijo secuestradora

CUANDO LA TRISTEZA ACABEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora