🌸3🌸

462 47 8
                                    

Llegaron al StarDust Road, la casa de Revolver se encontraba en lo alto del acantilado, dejaron el auto estacionado cerca y caminaron a la entrada del lugar.

- ¿Tienes frío? - pregunto Revolver una vez que entraron a la mansión.

- No... Estoy bien.

No entendía porque Ryoken se preocupaba tanto por él, de hecho no entendía si quiera si aquellas preguntas las hacia porque estaba preocupado o por simple cortesía. Seguramente era lo segundo.

- ¿Sobre que querías hablar? - pregunto Yusaku tratando de aparentar que estaba bien.

- Los dejare en paz a tí y a Ignis.

Fue directo al tema. Yusaku y AI (que había estado protestando en silencio todo el camino) miraron a Revolver sorprendidos.

- ¿Volverás a irte? - pregunto Yusaku esperanzado que la respuesta fuera positiva.

- Tengo cosas que atender aquí, así que no... Es posible que nos veamos seguido a partir de ahora.

- Ryoken...

- Sin embargo - le interrumpió - quiero dejar en claro que no quiero tener ninguna relación contigo ni con ese Ignis... Seguiremos siendo enemigos, Yusaku.

- ¿So-solo me llamaste para decirme eso? - sentía como su garganta se secaba con cada palabra, sabia que en cualquier momento volvería a toser - S-si solo... Solo querías eso... hubiera sido mejor q-que... desaparecieras para siempre...

- Quería dejar las cosas en claro contigo...

- No eres mi enemigo...

- Sabes que en el interior aun me odias por lo que mi padre hizo...

- ¡No es así! ¡No te odio yo te...!

Guardo silencio, otra vez las flores en su interior le dejaban sin respiración. Las frías palabras de Ryoken y aquella mirada con la cual lo observaba tenían un solo propósito, alejarlo para siempre... ¿Por qué era tan doloroso el rechazo?

- Vete, Yusaku...

- Si solo querías decirme esto... Era mejor que no volvieras nunca.

Salió de la mansión tan rápido como le fue posible. Cuando estuvo lo suficientemente alejado de la mansión de Kogami Ryoken se dejo caer al suelo y volvió a toser desesperadamente, vio como la acera frente suya se llenaba de pétalos de flor de cerezo y una gota de sangre bajaba desde la comisura de su boca.

- Yusaku - le llamo Ai, le había quitado el modo silencio - Puede que... Que esto sea mejor ¿no?

- S-si... - se puso de pie acomodando su chaqueta - regresemos a casa...

Continuó caminando. Tal vez esa conversación era lo que necesitaba para decidir acerca de la cirugía.
.
.
.
Ryoken había vuelto a su auto por unas cosas que había dejado en el asiento trasero de este, abrió la puerta del copiloto para tomar sus cosas, pero al hacerlo sus ojos se fijaron en una prenda de ropa que se encontraba en el suelo. Una bufanda.

La tomo en sus manos y la llevo a su rostro, Yusaku tal vez la había dejado por error, tal vez la llevaba en la mano, pues cuando lo encontró no la llevaba puesta. Se la devolvería otro día, eso le daría una excusa para verle otra vez.

Ya con lo que buscaba y la bufanda en mano iba a regresar a la mansión, pero se detuvo unos segundos observando algo extraño.

- ¿Flores? - se cuestiono tomando el pétalo entre sus dedos, estaban en otoño casi llegando a invierno, era ridículo encontrar algo como eso en esa época del año.

Tiro el pétalo de flor de cerezo sin darle importancia. Tal vez si se hubiera fijado mejor en este hubiera visto la sangre impregnada, tal vez de esa forma habría entendido que sus acciones en lugar de proteger a Yusaku le mataban lentamente.

Continuará...

One Last FlowerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora