Sunshine

582 47 11
                                    

El sol se colaba entre las cortinas llegando al pelirrojo que aun estaba en su sueño profundo causando su incomodidad moviéndose a un lugar en la cama que no estuviera lleno por los rayos solares pero unos delgados brazos lo tenían apresado dificultando sus movimientos rindiéndose por no querer ejercer fuerza y menos tan temprano. Giró en el colchón para quedar frente al chico que le alborota el corazón viéndole dormir plácidamente, a su parecer con la luz del sol de fondo se veía aun mas hermoso. Acarició su mejilla sintiendo la calidez de su piel en la yema de sus dedos, le gustaba hacerle mimos cuando este estaba tan sereno y tranquilo pero no duraban mucho por que al sentir caricias en su rostro o cabello se despertaba, con una gran sonrisa

- Buenos Días - recitaba mientras era abrazado por su novio

- Buenos Días - repetía mientras le sonreía

- Hasta que despiertas flojo - dijo burlón

- Mira quien lo dice, el que se despierta hasta las 4 de la tarde - rió

No podía negarlo, su vida era dormir y sacarlo de ese vicio sería difícil, su rubio ya se había acostumbrado a aguantar su horario extremo de sueño en fines de semana, decía que era por sus semanas llenas de clases. Aunque iban a la misma preparatoria no le parecía nada pesadas las clases para necesitar dormir excesivamente.

– ¿Que quieres desayunar? – le dio un corto beso en los labios del rubio

– Veamos, ¿¡que tal unos hotcakes!? – sugirió eufórico

– Entonces hotcakes serán - sonrió por la actitud energética de Denki mientras se separaba de su abrazo para levantarse del suave colchón

Si bien podía ser flojo pero le encantaba cocinar para su novio por las mañanas pero si no había suficientes ingredientes lo llevaba a desayunar afuera pero esta vez lo haría con cariño.
El olor dulce que se desprendía de la masa siendo vertida en el sartén le abrió el apetito al rubio lo que hizo que bajara a la cocina estando listo para comer los esponjosos panqueques.

– ¡Oye no estés babeando mi cuaderno! – regañaba el pelirrojo por la saliva que tenía en la pasta de este

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


– ¡Oye no estés babeando mi cuaderno! – regañaba el pelirrojo por la saliva que tenía en la pasta de este

– Pues para que pones tu cuaderno aquí – rezongaba adormilado

– Me lo pediste la clase anterior tonto – le soltó un leve golpe en su hombro

– Ahh, es cierto... – bostezo

Una risa escapó de sus labios mientras permanecía en su pupitre esperando la hora de que finalizará la clase de Química. Solo faltaban 10 minutos para el receso y tenía enormes ganas de comer bolas de arroz pero los problemas que anotaba el maestro no ayudaban mucho para su estómago vacío. Con sigilo sacó de su bolsillo una envoltura de chocolate y cuando dio un mordisco su hambre se calmó un poco.
La clase se empezaba a hacer interminable pero la campana salvo su aburrimiento llamando a Denki para que pudieran salir al receso

– Denki, ya vámonos es hora del almuerzo – lo movía de lado tratando de despertarlo

– Mmm.. – se quejó

– Bueno tu lo has pedido – llevó sus manos a la cintura del rubio – ¡Guerra de cosquillas! - gritó

El de ojos miel solamente reía mientras sujetaba las manos de Kirishima en un intento inútil de detener las cosquillas, el estómago le empezó a doler. Le gustaba los gestos que hacía, cuando acabo la guerrilla el rubio respiraba con dificultad

– Eres un idiota, me tomaste por sorpresa eso es trampa – río levemente

– Claro que no, tu por que duermes en clase de Química – pasó su mano a su suave cabello despeinado

– Solo callate y vamos afuera – lo tomo de la mano y lo jalo fuera del salón

Así estaban formados sus días al igual que sus mañanas, llenas de cariño y euforia

Mornings;; KiriKamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora