Mornings;; KiriKami

In the middle of the sun

– El atardecer es lindo ¿no crees?  – levantó la mano señalando al cielo de diferentes tonos

– Si – era lo único que pudo responder

– Pensé que dirías algo mas Kiri – se burló por su falta de romanticismo

– Callate, aun no soy muy bueno para eso – rió nervioso

Si bien aún no se acostumbraban a decirse cumplidos por la falta de experiencia este era uno de esos casos, se sentía avergonzado por no haber dicho palabras bonitas a su rubio novio pero al menos pudo tomar su mano sin temblar, ya podía tomar de sus manos sin sentirse nervioso y acalorado de las mejillas.

– Pero aun así eres adorable al ser inexperto –

– Vamos no empieces Denki – miró a todos lados disimulando sus mejillas sonrosadas

– También cuando te apenas – pico sus mejillas mientras una sonrisa divertida se asomaba en su rostro

– Tu.. – callo al sentir los labios de su acompañante estamparse contra los suyos

Era un beso algo torpe pero lleno de sentimientos que le hacía sentir un cosquilleo agradable en su estómago, sin dudarlo ni un minuto le correspondió acariciando su mejilla con sus dedos. Era el beso mas inexperto que se habían dado pero eso lo hacía aun mas mágico

El atardecer es su parte favorita del día, el conjunto de colores que había le fascinaba pero aun mas cuando el sol empezaba a ocultarse y sus ojos rojos le miraban como si estos le dijeran que debía hacer algo pero no sabia que, solo se dejaba llevar por el momento al lado de Kirishima

– Por que te gusta mucho el atardecer – preguntaba el pelirrojo curioso

– No lo se, me recuerda a ti – dirigió su vista al sol que se estaba ocultando entre los edificios

No se dijeron nada, y tan solo se miraron el uno al otro haciendo como que ese comentario nunca había sido efectuado. No acostumbraban mucho a decirse palabras lindas, a menos que en su momento sea requerido como en el beso de antes

– Sera mejor que volvamos a casa – recomendó animado

– Espera, solo un momento mas – tomo de su brazo para que este no avanzara

– De acuerdo –

Recargó su cabeza en su trabajado hombro y se la paso solamente viendo al horizonte como si esperase que algo sorprendente saliera de ahí y la verdad es que esperaba que así sucediera

Estaba empezando a oscurecer y su estómago pedía a gritos comida, no había almorzado nada ese día por que Midoriya le había explicado un tema de Química que no había entendido así que repaso con el todo el receso. Iba a moverse de su lugar para decirle a Denki que ya era hora de que se fueran pero cuando le vio dormir en su hombro se quedo ahí, mirándolo con atención. Desde cuando se hizo tan bonito con sus cabellos alborotados y su mechón azabache, con esa tranquilidad en su rostro
Lo toma con cuidado de no despertarlo y lo sube a su espalda acomodándolo bien de que no cayera, cargo las dos mochilas por que si se detuvieron justo cuando salieron del colegio y caminó hacia su hogar. Tenía muchas ganas de comer y por el rugido de tripas de su rubio el también, tenia algo en mente, unas deliciosas bolas de arroz y una sonrisa triunfante se escapó. Sabía que a Kaminari le gustaba el salmón y eso bastaba para hacerle una comida casera deliciosa, por que no sólo en la mañana preparaba comida sabrosa para su pareja.