Good Morning

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– Hey, dormilón vamos arriba – lo movía de un lado a otro

– Mghm – frunció su ceño por la incomodidad de los movimientos

La idea de despertarlo cuando se había quedado dormido en la clase de Química pasó por su mente y enseguida llevo sus manos a la cintura de este y empezó a hacerle cosquillas, empezó a reírse haciendo eco en la habitación contagiando también a Kirishima sin parar de hacerle cosquillas hasta que el otro suplicaba que se detuviera por que su estómago empezaba a doler. Este se detuvo y lo que dijo le acaloro un poco

– Maldición amo cuando haces eso Kiri – le dio la sonrisa mas linda que podía dar

– Vamos, no es para tanto – se levantó de la cama avergonzado, siempre lograba ponerlo nervioso sin que el otro tan siquiera supiera de ello

– No te vayas aun es temprano – frotó su cara con su brazo

– Ya no es temprano, son las 2:34 creo que perdiste la noción del tiempo – río

Volvió a tumbarse en el colchón y a ponerse nuevamente las sabanas que por el clima se veía caluroso, eso le extraño al contrario, se supone que Kirishima era el flojo pero ahora han cambiado los roles. Le quitó todas las cobijas y lo cargó en sus hombros saliendo de la habitación para llevarlo al baño, ya iba a despertarlo con agua helada

– ¡¡Oye no hagas eso!! – se alteró al tener contacto con el agua del grifo

– Es lo que te pasa por no despertar temprano, rayito – alboroto su cabello

– No me digas con ese feo apodo – cerró los ojos indignado

Dejando de lado sus vergonzosos apodos que se decían cuando estaban empezando su relación, dejo a Denki bañarse tranquilamente mientras acomodaba la cama y abría completamente las cortinas dando paso a un caluroso día.

Cuando pensó que la caja de ahí que decía Galletas de Coco le estaban suplicando que comiera de ellas un pelirrojo que veía sus intenciones tomó la caja redonda y la guardo en la alacena provocando que se quejara cual niño pequeño

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Cuando pensó que la caja de ahí que decía Galletas de Coco le estaban suplicando que comiera de ellas un pelirrojo que veía sus intenciones tomó la caja redonda y la guardo en la alacena provocando que se quejara cual niño pequeño


– ¡Kiri, déjame comer una! – rogó con las manos juntas

– Me prometiste que no comerías nada de galletas, estas rompiendo tu promesa – regañó autoritario

– Diablos.. –

Y tanto que quería comer de esas, si que no era su día y para colmo la caja estaba como nueva, no sabía para que las había comprado si a el no le gustaban de esas. Era muy sospechoso y por eso le preguntó

– Pero la caja esta llena, y además a ti no te gustan de esas – rezongo

– Bueno convivir mucho con alguien que le gusta las galletas de coco es el causante de que me empezaran a gustar – explicaba sin saber aún muy bien la respuesta

– Ajaa, claro – le miraba incrédulo

– Pensé que lo recordarías rayito, – tomo de su cintura causándole un cosquilleo en su estómago por tal cercanía

– B-bueno, yo te seré sincero lo olvide pero por favor no te enfades – cerró sus ojos, no quería ver su reacción, sabía a que se refería

– Tranquilo, no estoy enfadado contigo – le besó la mejilla

Se dieron un tierno beso para que empezaran a reír nerviosos. Al final esas galletas eran especiales para celebrar otro mes siendo pareja, y como supo que eran sus favoritas rápidamente las compró sin rechistar se había convertido en su día especial.

Mornings;; KiriKamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora