28 + 9 = Treinta y Siete

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Mucho antes del  28 de mayo
Narrador omnisciente.

Isabella y Finn se encontraban en la salida de un bar con documentos falsos. Era la primera vez que ella hacia algo ilegal, y estaba un poco nerviosa.

Nerviosa, no sólo por el hecho de que si se daban cuenta de que eran falsos los iban a llevar presos, sino porque Finn estaba más serio y frío que de costumbre. Todavía estaba superando el hecho de que su novia lo había engañado.

El tipo de seguridad no notó la diferencia entre un documento verdadero y uno falso, así que los dejó pasar sin problemas.

-¿Estas bien Finn?.- Le preguntó mientras buscaban un lugar donde sentarse.

Más que un bar de esos viejos, o un boliche, era un bar (de lo que llamaría su abuelo) de bailanta.  La gente no iba para tomar un café, o para drogarse en los baños y emborracharse hasta no recordar su nombre, sino que iban a tomar una cerveza, bailar un poco, tomar unos tragos, charlar con amigos.

Bella observó que Finn estaba mirando a alguien. Una cabellera castaña, que se movía con el compás de la sensual música, estaba siendo rodeada por un chico rubio.

La sangre de Finn hervía. Entonces Bella se puso incómoda. ¿Era coincidencia o Finn la estaba usando?

-No.-Dijo él al darse cuenta de que Isabella estaba sospechando.- Solamente que me acabo de dar cuenta que Melanie vino aca.

Isabella tragó en seco. Wolfhard la miró, notando su inseguridad, y le sonrió calidamente, haciendo que todas las dudas de ella desaparecieran.

-Sentemosnos.- hizo una seña y una camarera con una bandeja les pidió lo que iban a tomar.- Quiero agua.- Y siguió mirando a la castaña sensual que bailaba mientras miraba a Finn. Bella se percató de eso y miró a la camarera.

-Dame un Shot de Tekila por favor.-Finn la miró sorprendido.- ¿Que?.-Le dijo ya cambiando de cara. Él se encogió de hombros.

-Nada.

La noche pasó así de aburrida. Él mirando a Melanie, y ella mirandolo a Él.

Su corazón se desmoronaba en frente del pelinegro y él no se daba cuenta.

Ella se hartó y fue a la barra. Finn no se inmutó de su ausencia, pues estaba cegado en Melanie.

Un chico de ojos verdes estaba atendiendo la barra. Isabella empezó a llorar y le rompió el corazón al chico del bar.

-¿Necesitas descargarte?.-Él le sonrió  a medias.

-Necesito emborracharme.-dijo devolviendole la sonrisa melancólicamente.

-La casa invita.-Él saca una botella y 8 vasitos.- antes de que te pongas tan en pedo como para no recordar tu cara.- Se aclaró la garganta.- Soy Jaeden.- estiró su mano

-Isabella.- ella la estrechó.

Jaeden comenzó a servir la bebida, y en menos de 5 minutos, Isabella ya se había terminado los 7 vasos. El último estaba ahí, y ella no quería más.  Ya se sentía lo demasiado borracha y necesitaba regresar a su casa caminando.

-Te doy el último a vos.-Dijo bajándose de la silla y dejando 30 dólares de propina.- Gracias chico lindo.

Fue hasta la mesa donde estaba Finn, pero no lo encontró. Miró fijamente hacia donde estaba la castaña. Mierda, eso le había destruido el corazón.

Ambos estaban besandose. Y Finn tenía esa cara de felicidad que nunca había visto.

Él amaba a alguien, y no era a ella.

[F I N N   W O L F H A R D] Como Sobrevivir A ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora