; got the music in you baby, tell me why;

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Your Lips, my Lips, apocalipse.





‹ . .«apocalypse». . ›





    La música sonando de fondo, la unión de sus cuerpos sudados, cada vez, ardiendo más, quemándose más, yendo más rápido.





    La puerta estaba bloqueada, nadie podía escuchar desde afuera, a no ser que presionara su oído sobre la madera de la puerta, pero nadie lo haría. La música de la fiesta bajo las escaleras distaba mucho de el frenesí en el cual ambos chicos se encontraban.





   Hoseok no recordaba haber visto a semejante chico en su perra vida. Literalmente, hubiera recordado un rostro tan sexy, y de seguro ya habrían estado de esa misma forma en más de una ocasión. Aunque sinceramente, haberlo visto o no, no era lo importante.





    Lo único que importaba en esa habitación, era el placer, mantener sus bocas juntas, y sus pieles fusionadas. Joder, nunca le llamó la atención estar bajo alguien. 





    Y joder que se sentía bien.





    El moreno sobre su espalda sonrió de lado, claro que lo había hecho. Porque Hoseok gimió fuerte y su interior presionó aún más al contrario, pero qué iba a hacer, había tocado ese punto que parecía más una fantasía que una realidad. Y mierda, qué hermosa fantasía.





    «¿Te gusta, Conejito?» 



    Como toda respuesta, Hoseok giró el rostro hasta alcanzar el contrario, sus piernas temblaban y sus brazos apenas le mantenían, pero el moreno hacía un buen trabajo al mantenerlos a ambos ligeramente sobre el aire. 





    Hoseok mordió su labio, arañó su brazo y movió con fuerza sus caderas, escuchando gemir al moreno.





    «¿Te gustó, cariño?» 

    Lo embistió fuerte, y el juego no pudo continuar más allá. Ambos estaban al límite.





    Hyunwoo le susurró su nombre al oído.





    «Gime mi nombre, Conejito»

    No quería hacer caso, pero lo primero que salió de su garganta fue su nombre, necesitado, y entrecortado, en un suspiro gemido que finalizó su tiempo.





    Hyunwoo acabó a la siguiente embestida, no pudo más y acabó sobre la espalda desnuda del chico bajo su cuerpo.





    Hoseok se durmió poco después, y Hyunwoo lo arropó bien antes de darse una ducha.





    No había problema en que durmiera allí, de todas formas, era su casa, su cama, y algún día ese sería su chico. 





    No por nada llevaba más de medio año enamorado de él. 

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