You take your time, and gave me nothing at all; HyungHeon/Joohyuk

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I wasn't looking for this

But now you're in my way.


     Una mañana calurosa en esas extrañas fases del otoño, el cabello de Joohyun se movía violento, chocando a veces contra su rostro en una forma bastante irritante para la chica, que con los labios fruncidos dejó ir el mango de la bicicleta, manejando con sus piernas sin dejar de pedalear mientras el viento la abrazaba. Ató su cabello en una cola alta y despeinada y volvió centrarse en la ruta.

     Ir por las calles de ese distrito era bastante simple, si te llevabas bien con las personas correctas. Jooha solía llevarse bien con todos, así que no era difícil en ningún aspecto. Logró esbozar un ademán con su cabeza en medio de una sonrisa hacia un conocido, atravesando esa avenida que definía el confín del área Barriobajera y te permitía una entrada a esas calles monótonas entre las gigantescas y prosperas en las que también conocía gente, pero no con los mismos motivos. Su familia no vive allí, solo adorables abuelitos que le apretan las mejillas y le repiten que consiga un novio y disfrute la vida.

     La música en sus audífonos no la distrae del todo, pero pasa a segundo plano cuando localiza una chica alta con apariencia de no haber salido de cama en días. Una sonrisa surca su rostro en menos de lo que puede darse cuenta. De pie sobre la bicicleta, deja de pedalear y se detiene con lentitud tras ella, que no se da la vuelta hasta que no deja salir un estornudo nada discreto.

     ー¡Hola Dodo! ーSuelta la bicicleta cuidando dejarla sobre la vereda y no sobre las adorables flores de la reja y se acerca a la chica, sonriendo con los ojos casi cerradosー¿La abuela está en casa?

     La chica la analiza esceptica de arriba abajo con los ojos hinchados y la nariz roja como tomate, irritada. Niega con la cabeza y una voz rasposa y grave sale en cambio de su adorable voz baja y dulce.

     ーFue a visitar a unos parientes, salió la sem-ana pasada.

     Entrecerró los ojos una vez más y Joohyun vió la deformación de su rostro en una mueca extraña, antes de aquel estruendo que sonaba cada vez que estornudaba.

     Pegando un salto en su sitio y abriendo los ojos como platos al notar el sonido tan cerca, estalló en carcajadas antes de comprender porqué. El rostro de Hyesun se sonrojó y estuvo segura que no era por el resfrío que cargaba de hace al menos tres días.

     ー¿Tomaste tu medicina? No luces muy viva, Dodo ーPregunta entre suspiros de risa y un deje de preocupación. Hyesun cubre sus labios con una mano y cierra los ojos, como si todo aquello fuera un martirio  en su cabeza, no lo dudaba, los resfríos, si bien comunes en Hyesun, eran horribles incluso de ver. En dos años había visto tres. Duraban al menos una semana, y entre eso, Hyesun se mantenía en cautiverio a no ser que debiera salir a comprar.

     ーVamos adentro.ーSusurró cerca de ella. A diferencia de Dodo, Jooha tenía la suerte de vivir con plenitud de salud. Por lo cual acababa cuidando de la otra cuando la abuela no estaba.

     Sabiendo que su bicicleta estaba segura, la dejó fuera de la casa antes guiar a Hyesun con un brazo hacia el interior, robando la compra que había entre sus dedoa antes de dejarla caer en el edredón que parecía un nido de pájaron en el sofá. La casa se veía algo deplorable, pero ya se había llevado retos grandes de la mayor por el simple hecho de cambiar las cosas de lugar.

     ー¿Comiste algo, porqué estás en el sofá?ーPreguntó, dejando la bolsa en la mesita de la cocina. Conocía esa casa como la suya, quizás. Al menos esa planta. Las otras dos eran un misterio. La castaña nego con pesar y explicó algo que entendió como "Ramen... Tenía sueño... Escaleras...".

; apocalypse;   «monsta x»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora