Eric y la PASTILLA

Cuando vivía en Jersey, Eric fue atrapado en un automóvil robado. Danny, se aseguró de que le retiraran los cargos. Después de esto, su madre lo envió con Daniel con la esperanza de que pudiera enderezar a su sobrino.
Después de acompañar a su tío durante una investigación Eric, sé interesó en trabajar en un laboratorio criminalístico.

Eric Russo, ahora es un científico técnico de laboratorio forense para el Departamento de Policía de Honolulu y que ocasionalmente trabaja para el 5-0.

Y hoy era uno de esos días en donde tenía que trabajar alado de su tío D; recolectando las evidencias de la escena del crimen, comenzó a buscar información que le proporcionará datos que entregar a su tío.
Una vez cumplido con su objetivo y con evidencia nueva que revisar al laboratorio, decidió que era momento de retirarse del sucio hotel. Antes de retirarse, logró visualizar una pastilla detrás de la puerta de entrada. Sin más, se inclino y la colocó en una bolsa, dando así por terminado su trabajo, bueno, al menos por el momento ya que todavía tenía un informe que entregar.

Al instante de estar en el laboratorio. Descubrió que la sangre hallada en la escena no era de la víctima si no del victimario, como también que la prenda del homicida se rasgo con algo o alguien. De cualquier manera, hay algo que no lograba encuadrar y era la dichosa pastilla, después de estudiarla con detenimiento y enviarla a farmacología descubrió que era la famosa "pastilla azul" sólo que esta no tenía la coloración de era distinguida normalmente en este tipo de medicamentos. Supuso que la víctima al ser un hombre de edad avanzada, era común que tuviera consigo una o más de estas. De cualquier forma, esta información era irrelevante aunque, de igual manera se lo diría a su tío D.

Al pasar de los días, comprendió que le gustaba vivir en Hawaii y, aunque a veces solía extrañar Jersey, como a su familia, sabía que al menos no estaba solo, pues su tío Daniel estaba y podía contar siempre con él. Entendía que aunque siempre se mostraba como un chico despreocupado como a veces inmaduro, por dentro era alguien que ama a su familia y se preocupa por ellos.

Era viernes por la tarde y Steve lo había invitado junto con su tío D, a una parrillada por la noche, dando como celebración algo relacionado con el restaurante que estaban montando.
Al llegar saludo a todos. Todo bien en ese momento, hasta que al caminar por un pasillo en busca del baño escucho como Lou, hablaba acerca de la tensión sexual que rondaba entre Steve y mi tío, no me sorprendió pues también creía que mi tío y su jefe deberían estar follando juntos. Solo bastaba con ver esas miradas que se mandaban cuando creían que nadie los veía, esos abrazos no podían ser fingidos eso, sin contar el espacio no personal que existe entre ellos ¿Cómo es que su tío, no podía notar aquello? ¡Por dios! Ahora mismo ambos estaban discutiendo juntos como un matrimonio viejo, estaban más cerca que la goma de mascar que se me pago al zapato en la mañana. Sin decir nada, se acercó a los dos hombres.

-Apuesto a que puedo hacer que mi tío y Steve rompan esa tensión sexual. Como el que de una vez por todas, ellos dos anden- Comentó con una sonrisa

-Eric, lo siento... No queríamos, no sabíamos que estabas escuchando. Por favor, no le digas al jefe Mcgarrett- Se disculpo Jerry

-Vamos hombres, todos sabemos que ellos deberían andar juntos-

-¿Qué sugieres chico listo?- continuo Lou, bebiendo de su cerveza

-Recuerdan el caso en ¿Dónde la pastilla azul los llevo hasta al homicida?- Los tres compartimos sonrisas al instante

-Y ¿Cómo haríamos que se la tomen?- Pregunto al final Jerry

-Caballeros, eso déjenmelo a mi... Pero antes ¿Me podrían decir donde queda el baño?-