La madrugada estaba cubierta por un denso manto de neblina, llovía delicadamente, las gotas caían tímidamente en las hojas de los árboles para luego deslizarse rápidamente hacia el suelo.
El clima lluvioso no se interponía entre un chico de tez sumamente pálida, quién corría como si su vida dependiera de ello –literalmente–, mientras que detrás de él se podían ver luces rojas y azules, aunque por la velocidad y ventaja con la que el chico corría, las luces se comenzaban a perder entre la niebla.
Con una sonrisa permanente en su boca y mejillas, el chico pálido reía estrepitosamente hasta perderse entre frondosos arbustos y grandes árboles de troncos negros que lo camuflaban por completo.
Respirando agitadamente, se permitió descansar mientras se apoyaba en un tronco, deslizándose hasta quedar sentado en el mojado pasto, soltando un pesado suspiro para luego reír levemente por última vez hasta que una delgada y alta sombra se formó frente a él.
Blanqueó sus ojos, suspirando pesadamente otra vez para levantarse y caminar al lado de la sombra, con la cabeza gacha y sus manos en los bolsillos de su chamarra.
— Jeff... – Comenzó a decir la sombra, recibiendo un gruñido del chico.
— Lo sé, debo tener cuidado, sí, sí. – Contestó irritado, gruñendo por lo bajo.
La sombra exhaló, para luego caminar hacia la misma dirección del chico, hasta perderse en la profundidad del bosque, su hogar.
― Podrías poner en peligro a los demás, Jeff, sabes que son momentos difíciles.
― Estando todos juntos en tu casa nos exponemos aún más.
― Pero no más que yendo por nuestra propia cuenta.
― No estoy de acuerdo.
― Lo estarás cuando dejes de pensar en ti mismo.
― No suenes como si tú no pensaras lo mismo.
― Jeff, todo esto lo hacemos por un motivo, si no fueses tan conocido por los humanos no estarías encerrado con nosotros, y en vez de disminuir tu presencia solo haces que te vean más.
― No es mi culpa, son esos locos que me siguen por todas partes, debo actuar para que no nos atrapen.
La sombra volvió a exhalar, su cara sin rostro de alguna forma lograba expresar su molestia y preocupación.
― Slender, no dejaré que se acerquen aquí, eso lo sabes, pero no puedes pedirme no satisfacer mis necesidades.
― Pero podrías controlarla más.
Jeff solo suspiró, las peleas con Slenderman por sus acciones eran muy frecuentes, pero esa vez no tenía ganas de discutir más, estaba agotado luego de un día y noche enteras de correr de la policía y los malditos freaks que le perseguían y posteaban fotos suyas en internet.
― Por cierto, conseguí las cosas que me pediste la semana pasada.
Se acordó el asesino de tez pálida, sacando una pequeña bolsa de tela marrón del canguro de su sudadera, tendiéndosela al hombre a su lado.
― ¿Fue difícil?
― Tuve que ir al mercado negro, las brujas de allí me pidieron unos favores para darme esa pata de mono, por eso me tardé todo este rato.
― Tu ayuda será recompensado.
― Con que me dejes dormir el resto de la semana está bien.
Llegaron al fondo del bosque, donde los árboles ya no permitían el paso por la cercanía que tenían uno de otros, a excepción de unos árboles que ante la presencia de Jeff y Slenderman se curvaron para crear un agujero, y pasando esa entrada lograron ver una cabaña gigantesca y blanca, parecía descuidada por fuera, con algunos tablones de madera salidos y rotos, muchas ventanas, el tejado desteñido y una chimenea que humeaba.
Dentro había una niña castaña de vestido rosado, un tipo con máscara azul y sudadera negra, otro con máscara blanca y suéter naranja, uno de lentes gigantes y cubre-bocas negro y un chico rubio de traje verde.
― Jeff, las noticias otra vez están hablando de ti. ― dijo el chico rubio, señalando la televisión en medio de la sala en cuanto vio a los dos pálidos entrar.
― ¿Qué fue esta vez? ― preguntó el de máscara azul.
― Un tipo raro comenzó a seguirme, ya sabes, y me cansó tanto que por accidente me quité la caperuza y me vio, gritó, llamaron a la policía, corrí, en fin.
― Al menos no te sucedió nada. ― sonrió la niña, acercándose a Jeff y dándole un vaso de agua.
Jeff acarició suavemente su cabeza, tomando el agua para darle nuevamente el vaso; ― Gracias Sally.
― ¿Dónde están Hoodie y Jane?
― Fueron a hacer las compras. ― respondió el chico de máscara blanca.
― ¿No te tocaba a ti, Masky?
― Tuvimos un problema de último momento, un chico quiso contactar a Toby y casi se transporta allí.
― Cada vez son más insistentes, pensé que esa época ya había pasado... ― exhaló Slenderman, sus muy leves facciones se contrajeron sutilmente.
Los dos chicos comenzaron a hablar con su jefe, mientras Ben, Eyeless y Sally seguían viendo televisión.
Jeff subió hasta su dormitorio, aunque no era del todo suyo, compartía con Ben y Eyeless. Al menos agradecía que se llevara bien con ellos, su relación con los sirvientes de Slenderman no era muy buena, por la pequeña pelea que tuvo con Slender hace muchos años atrás.
El chico pálido se recostó en su respectiva cama, la cual estaba al lado de la ventana, viendo el bosque en donde vivía ahora. Era calmado, algunas veces habían animales allí, y no podía decir que se aburría, la "gente" con la que convivía era interesante.
Pero algo le decía que llegaría algo pronto, su intuición nunca mentía.
Con eso en mente, quedó profundamente dormido, soñando con una canción infantil resonando en su mente.
"Pop! Goes the weasel".
***
26/01/2021
¡Bueeenas!
Primer capítulo de esta historia, espero sea de su agrado, no tengo la suficiente inspiración para terminar mis historias, pero me esfuerzo mucho por ustedes. <33A pesar de que quizás no lean esto. (?)
¡Si están leyendo esta historia, por favor comenten! Me alegrará mucho y me animará a seguir. ✨
Les dejo, nuevamente, el horario de actualización. 💜
También pueden dar ideas para la trama o si ven algo que no tiene sentido. uwu Me ayudan mucho a mejorar. ^^
Recuerden beber agua, comprar oro y no ir al baño a las 3 am. ¡Nos vemos!
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[Laughing Jack x Jeff The Killer] - "My Sweet Psychopath"
Fiksi Penggemar¿Le tienes miedo a los payasos? ¿Le tienes miedo a los psicópatas? ¿Qué pasa si un payaso y un psicópata se unen? Laughing Jack es nuevo en la Creepy-House, donde convive con Jeff The Killer, el psicópata al que ha estado acosando desde hace un tiem...