CAPÍTULO 8.

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Reo lo había notado. Era un cambio sutil en la actitud de Seijuuro pero sin duda se había suavizado con los entrenamientos y a la hora de hacer correcciones en los jugadores, pero eso no era todo, la sonrisa de felicidad auténtica en su rostro fue lo que le delató, eso y la cara de tonto enamorado cuando le llegaba un mensaje a su celular.

Mibuchi habría tomado cartas en el asunto para saber quién era esa misteriosa persona que logró cautivar al emperador, no obstante, también quería que Seijuuro le dijera por sí mismo que tenía pareja. Pero el tiempo pasó y pasó y Akashi nunca le comentó nada al respecto. Si bien Reo se sentía dolido por ello, y planeaba seguir esperando hasta que se sintiera listo.

O al menos así era hasta que recibió una llamada de Midorima.

Las suposiciones de los milagros acerca de que quizás la pareja del capitán de Rakuzan era una persona interesada en su estatus, le alertó de gran manera. Obviamente no permitiría que nadie le tocará un pelo a Sei-chan luego de descubrir que tras esa personalidad altiva, en realidad se encontraba una gran persona. Por lo que haciendo honor a su título de mamá-Reo, haría una alianza con los milagros para saber quién era esa personita que salía con Akashi y se escondía de todos sus conocidos.

En el Magi Burger, los milagros se miraban entre ellos. No sabían si deberían alegrarse por recibir ayuda de los de Rakuzan, no esperaban que también tuvieran interés en las relaciones amorosas de Akashi. Antes de que alguno de ellos dijera algo, Reo volvió a hablar al otro lado de la línea.

—Nuestro plan ya ha sido puesto en marcha, los tendremos al tanto de todo milagros.

—¿Qué es lo que planean hacer? —peguntó curioso Kise.

—Le pedí prestado el celular a Sei-chan para hacer una supuesta llamada. Pero en lugar de eso, visitaremos su galería y sus mensajes, en lo que Kotaro lo distrae.

—Es un buen plan —comenta Kuroko y se escucha una leve risa de autosuficiencia por parte de Reo.

—¡Revisa primero su galería! —gritó Aomine.

Luego de unos segundos Reo volvió a hablar.

—No hay nada interesante en su galería, sólo fotos de papeles de empresas, algunos apuntes... ¿Eh qué es esto?

—¿Qué cosa? —cuestionó Midorima.

—Es una carpeta con contraseña.

—Puede que ahí tenga fotos de su novia —dijo Murasakibara luego de terminarse una rebanada de pastel.

Ante sus palabras todos se pusieron a pensar en posibles contraseñas acerca de esa carpeta.

—Intenta con tijeras locas —propuso Aomine.

—Dudo que Akashi-kun use ese tipo de contraseñas, mejor que intente con soy absoluto.

—Emperador león, podría ser una opción —opinó Kise y recibió miradas juzgantes de sus amigos —¿Qué?

Los milagros decidieron ignorar a Kise por un momento y continuar ayudando a Reo en búsqueda de una contraseña.

—Ninguna es correcta... —hubo una pausa de cinco segundos antes de que Reo lanzara un grito que se escuchó en todo Magi Burger gracias al altavoz –¡Kotaro no me espantes así! Momento... ¿¡Qué haces aquí idiota!?

—Akashi fue al baño y viene a ver si ya descubrieron con quién está saliendo.

—Regresa por donde viniste y distráelo hasta que terminemos —sentenció Mibuchi.

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