Capítulo 3

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Sintió mariposas en el estómago cuando el Guardián y él saltaron por la ventana de la Casa y empezaron a volar hasta el Demus Dei que era algo así como el hogar de los dioses.
No has leído mal. De los DIOSES. Lukras no cabía en su asombro.  Siguió sin poder creérselo cuando aterrizaron en la hermosa plataforma que servía de portón del hermoso edificio de cristal, cuando caminaron por los pasillos de vidrio coloreado,
Cuando bajaron por las suntuosas escaleras con transparencias o cuando cruzaron un puente transparente en el que se podía ver a través una
enorme caída o fosa de millones de kilometros, en el que ningún humano habría sobrevivido. Y entonces llegaron allí. Llegaron al consejo de los Dioses.
La habitación en sí, era un milagro de la arquitactura. Lukras dió una vuelta sobre sí mismo, asombrado por la hermosísimas representaciones de los Dioses, levantadas sobre hermosos tronos de hielo con bellísimas iridiscencias azules. Entonces, Lukras buscó con la mirada al Guardián que le había estado acompañando hasta el momento, pero no hallo rastro alguno del rubio y escultural Serafín.
 

Historia de un Ángel sin alas(Génesis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora