BOICOT ~ Chenmin ~

8. SALCHICHAS Y BARBACOA

Eran las putas tres de la madrugada y Jongdae no había dormido, estaba preocupado. Luego de una charla con su futura esposa, había salido de su habitación para discutir con Minseok sobre lo que cenarían y se topó con la sorpresa de no encontrarlo por ningún lado. Lo llamó a su móvil y encontró el dispositivo abandonado en el sofá. Llamó a Baekhyun, a Kyungsoo y a Junmyeon pero ninguno sabía nada de Minseok.

Una vocecilla molesta en su cabeza, le insistía a Jongdae que su mejor amigo se encontraba con Sehun.

Definitivamente no iba a llamarle a Sehun para confirmar si estaba con él. Prefirió esperarlo despierto mientras hojeaba un libro de geología, sentado en su cama, al lado de su futura esposa que dormía tranquilamente.

A muy altas horas de la madrugada y casi arrastrándolo por todo el trayecto, Sehun había aparecido en su puerta con un Minseok literalmente dormido de pie.

Diligentemente, el dueño del más famoso restaurante en la ciudad, había logrado llevar a Minseok a su habitación. Todo bajo la atenta mirada de Jongdae que se movía cual un buitre volando bajo sobre moribundos.

Con disgusto, el pronto a casarse observó desde el marco de la puerta como Sehun se tomaba su tiempo para acomodar a Minseok en su cama, quitarle los zapatos, los calcetines, soltarle el pantalón...

Jongdae se aclaró la garganta con fuerza y dio unos pasos al frente cargando una expresión de desagrado.

—Creo que puedes irte a descansar ya. Si necesita algo yo lo atenderé. Gracias por traerlo a salvo —dijo, pronunciando sus palabras con voz rígida.

Sehun se giró hacia Jongdae al escucharlo, pero siguió sentado en el borde de la cama, observando con ojos entrecerrados a su amigo sobrio.

—Yo... Te quiero, Jongdae —Sehun le dijo con voz pastosa —Y te respeto. Eres mi amigo. Pero si te casas, iré a por Minseok, sin remordimientos.

—Vete a dormir, Sehun —Jongdae le dijo, mirándolo fijamente, con sus brazos cruzados sobre su pecho y su ceño fruncido en claro disgusto. No iba a fingir que no entendía lo que Sehun intentaba decirle. Tampoco iba a fingir que no le importaba, o que no le molestaba.

Sehun asintió y se puso de pie. Caminó hasta estar junto a la puerta y frente a Jongdae. Al más bajo de los dos no le impresionó la altura de su amigo, sostuvo su mirada seriamente como si estuviera aceptando un reto sin importar los diez o más centímetros de diferencia.

—Buenas noches. Dile que me llame cuando despierte.

—No se lo diré. Tenemos cosas que hacer mañana.

Sehun sonrió casi despectivamente. —Nosotros también. Por si no lo recuerdas, mi restaurant proveerá el banquete para tu gran día.

❄❄❄

—Minseokiii... —Jongdae sacudió el hombro de su mejor amigo con cuidado —Despierta... —le susurró —Debes ir a trabajar.

Minseok abrió sus ojos, se incorporó un poco y observó al causante de sus dolores de cabeza.

—¿Cómo te sientes?

—Como una mierda.

Jongdae hizo un gesto y le peinó un mechón de sus rebeldes el cabellos.

—¿Qué es lo que te sucede últimamente? —le preguntó con preocupación. —Actúas extraño.

—Nada — <<Es solo que pasé meses ilusionándome con que me amaras, no con verte contraer matrimonio con otra persona >> pensó y, como si Jongdae pudiera imaginar que había algo grande haciendo mella en su interior, lo miró con compasión y con un poco de frustración. —De verdad no pasa nada —Minseok mintió y obligó a sus lágrimas a retroceder tras sus ojos. Jongdae no iba a verlo llorar.