6. NOCHE DE SERIES

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A Dahye no le gustaron las flores que Jongdae escogió porque al parecer una amiga que no le agradaba las había usado en su propia boda. Perfecto. Entonces Jongdae eligió su segunda opción que nada tenía que ver con Minseok: Gerberas.

Sorpresa: a Dahye le encantaron. ¿De dónde carajos había salido esa estúpida doble con los mismos gustos?


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El día había sido agotador con dos fiestas de dulces dieciséis que organizar en el trabajo -al que lamentablemente ya se había reincorporado-. Minseok se sentía molido y ya solo faltaban diez días para la boda. Genial. Solamente esperaba que Lucifer hubiera convocado a sus demonios y que la idiota prometida de su mejor amigo estuviera muy ocupada en el infierno.

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Jongdae estaba acorralado entre el sofá y el escultural cuerpo de su prometida, los besos se estaban saliendo de control y Jongdae ya no se sentía a gusto. Había algo, como una molesta astilla que no lo dejaba en paz.

-Espera -Jongdae murmuró sobre los labios de su novia y la empujó suavemente pero ella parecía no escuchar. -Dah... por favor, para -la empujó de nuevo, con un poco más de fuerza, alejando sus manos que ya le habían subido la remera hasta el pecho. -Minseok puede llegar en cualquier momento -dijo, acomodándose la ropa de nuevo.

El rostro de la chica se congeló por un instante pero se recompuso rápido. Le dio una mirada seductora mientras empezaba a acariciarle el pecho desnudo de nuevo y se inclinaba hacia él.

-Entonces vamos a tu habitación -le susurró al oído antes de volver a besarlo.

Jongdae correspondió al beso solo a medias imaginándose a Minseok entrando al departamento y escuchándolos... No, ni en mil años.

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Minseok abrió la puerta y la imagen de Jongdae y Dahye muy acalorados en el sofá logró que sus esperanzas de una noche tranquila se vinieran abajo. Ese estúpido hielo en sus venas se empeñaba en congelar su pecho e intentar ahogarlo. Retrocedió lentamente, cerrando la puerta. Y puede que haya sido solo su morbosidad pero se quedó ahí parado, escuchando.

Ella estaba gritándole a Jongdae ahora.

Los dos habían parecido a punto de tener sexo. ¿Qué habría pasado?

Minseok se sintió un poco, solo un poco halagado al escuchar su nombre en medio de la discusión.

La puerta abriéndose lo sorprendió, no tuvo tiempo para esconderse o crear algún plan de escape. Se quedó ahí parado siendo el blanco de una mirada asesina. La novia de Jongdae pasó a su lado echa una furia -sobra decir que sin saludarlo- y Minseok no tuvo de otra más que entrar al departamento.

Jongdae estaba en la cocina bebiendo de un vaso con agua, llevaba una de esas camisas a las que les había arrancado las mangas, dejando a la vista sus bien torneados bíceps, parecía avergonzado.

-Muero de hambre -Minseok dijo fingiendo no haber visto o escuchado nada. -¿Pedimos algo? Ayer estrenó la segunda temporada de esa serie de espías que vimos el año pasado, subieron los primeros cinco capítulos de una, podríamos verlos juntos si no tienes nada que hacer.

Jongdae le dio una mirada demasiado fija y seria que Minseok no fue capaz de interpretar, pero que provocó que sus tripas se revolvieran. Luego le sonrió un poco -con su risa de gato- intentando mostrarse natural, pero seguía habiendo una pizca de algo extraño en su semblante.

-¿Comida china? -Minseok sugirió y Jongdae asintió sin dejar de verlo de esa manera. -Bien...

Minseok se apresuró a marcar el número del servicio a domicilio y Jongdae fue a su habitación, solo tardó diez minutos en volver a la sala, se había dado una ducha y cambiado de ropa, aunque vestía una camisa sin mangas parecida a la anterior.

BOICOT ~ Chenmin ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora