3 | Rey

318 56 22
                                    





—El norte de China está sufriendo grandes estragos por los bombardeos de Estados Unidos. La Unión Europea ha pedido una conferencia mundial para poder solventar la guerra pero la respuesta es denegada y se ha obligado a intervenir en la guerra para defender a sus aliados: Estados Unidos. África vive con miedo a sufrir nuevamente a...

—¡Mierda! —La radio se rompe en miles de pedazos— Maldita guerra. Japón está pidiendo urgentemente ayuda y nos ignoran, ignoran nuestro problema, el cual podría ser el fin de nuestra humanidad. ¡Pero estos idiotas lo único en lo que piensan es en guerras!

La furia de Kageyama es incontrolable. Respira hondo mientras patea varias veces la radio ya rota. Sugarawa tuvo que intervenir para poder calmarlo, Daichi ya está acostumbrado a sus ataques de enfado y por eso se lo deja a su pareja, y yo simplemente dejo que haga sus tontas berrinches. Era obvio que no nos iban a ayudar de todas formas.

Ningún país nos ayudará, hemos comenzado una apocalipsis y es obvio que el miedo será un caos en el resto del mundo; por eso ignoran nuestro problema y dejarán que Japón se pudra en la miseria. Así de egoístas y cobardes somos los humanos. Si ya están jodidos con una guerra, no van a querer estarlo más sabiendo que un apocalipsis se ha desatado.

—Kageyama tienes que calmarte. Es el cuarto radio que rompes, no puedes seguir así...

—Qué molesto eres, rey.

—No vuelvas a llamarme de esa manera. —Las manos de Kageyama agarran con fuerza mi camiseta y sus mirada destella mucha molestia. Sonrío por inercia.

—¿Por qué? Ése apodo te queda de maravilla, rey.

Encontramos a Kageyama en un campamento. Él era líder y se imponía ante sus compañeros, al final se hartaron de sus mandatos de rey y le abandonaron. Si no fuera por la amabilidad de Sugarawa tal vez se hubiese muerto entre las llamas que sus propios compañeros prendieron en el campamento.

Él y yo nunca nos hemos llevado bien. Kageyama es todo lo que odio personificado en persona, me abruma y molesta su simple presencia.

—Ve a por él, Daichi. Y Tsukishima, ¿por qué sigues molestándolo?

—No le soporto.

Sugarawa suelta un suspiro mientras suministra su mochila. Hemos tenido la suerte de encontrar una casa con bastante comida enlatada y ropa. Nos refugiamos en él durante varias y aprovechamos sus beneficios entre los cuatro. Ahora que ya casi se acabaron tenemos que irnos a otra parte, no podemos quedarnos en ésa casa por mucho tiempo.

«Siempre hay que moverse y nunca permanecer en el mismo lugar aunque parezca seguro. Nunca sabes en qué momento miles de zombies te atacarán, son impredecibles, por eso hay que moverse constantemente».

En todo el largo tiempo que conviví con Sugarawa, Daichi y Kageyama nunca he logrado encontrar a Yamaguchi y tampoco a los bandidos que se lo llevaron. Cada vez pierdo más las esperanzas de encontrar a mi mejor amigo. Hasta he llegado a pensar que ha muerto.

Cada día es una agonía sin tener a mi mejor amigo con su molesto apodo llamando mi atención. Muchas veces he tenido pesadillas en donde él muere de muchas maneras diferentes enfrente de mí. ¿Cuánto más voy a seguir atormentándome de esta manera?

—¿Ya tienes todo, Tsukishima? —me pregunta Sugarawa.

—Sí.

—Daichi y Kageyama nos esperan afuera, vamos.

En el recorrido en busca de algo —otra nueva casa, un campamento o lo que fuese para poder vivir tranquilos un tiempo— fue con risas de parte de la pareja y Kageyama y yo caminando juntos en un incómodo silencio; así eran siempre nuestras caminatas. Siempre me he obligado a no confiar en otra persona que no sea Yamaguchi, siempre, pero me he dado cuenta de que puedo confiar en ellos. Incluso al estúpido rey. Ahora ellos son mis grandes aliados y compañeros.

☾☀️☽

La noche ya cae sobre nosotros, hoy le toca a Kageyama vigilar. Con una irritación notable me acuesto para poder dormir, aunque últimamente preferiría no hacerlo porque las pesadillas con Yamaguchi no me dejan en paz.

Cierro los ojos y trato de pensar en cosas buenas, por ejemplo, los dinosaurios. Cualquier cosa para poder tener un buen sueño.

Fallo en el intento.

Otra vez. Esta vez Yamaguchi es torturado y al final es lanzado hacia los zombies en donde desgarran su carne y se satisfacen con el cuerpo de mi amigo. Mis latidos están acelerados y me levanto para buscar algo de agua, necesito relajarme.

Pero algo llama mi atención y es que Kageyama no está. Incluso me he tomado la molestia de recorrer el perímetro y no, no está.

—Estúpido rey de los cojones —maldigo en susurros—, ¿y si le pasó algo? Imposible, es tan insoportable que ni los zombies lo querrían.

Antes de ir en su busca puse trampas alrededor de nuestro campamento temporal. Nadie estará vigilando a Sugarawa y Daichi. No quise despertarles, sé lo mucho que necesitan descansar y por eso me fui satisfecho al terminar las trampas, con eso estarán seguros. O eso quiero pensar.

☾☀️☽

—¿De dónde vienes, desgraciado?

—Eso no debería importarte, infeliz.

«Esas voces...»

No puedo creer lo que mis ojos ven. Kageyama apuntando a... ¿el enano anaranjado? Siento un sentimiento extraño al ver la escena.

—¿Kageyama? —pronuncio su nombre con lentitud.

La mirada de aquel chico, ahora en rodillas ante Kageyama, choca con la mía y puedo jurar que nunca sentí un escalofrío tan grande como el que provoca sus ardientes ojos.

Pensé que nunca volvería a verlo y ahora está delante de mis ojos. Está vivo. Y lo único que pienso ahora es el poder agradecerle por darme una oportunidad más de vivir.

Kageyama se descuidó un momento para observarme y aquel enano pelinaranja alzó la pierna, dándole una patada a la mano del rey. Mi compañero maldijo en bajo y cuando quiso darle de su merecido su preso desapareció como ceniza en el viento.

—¡Mira lo que has hecho, ¿acaso eres imbécil?! —explota en enojo.

—Ha sido tu descuido. Deberías estar de guardia en el campamento y estás aquí haciendo tonterías.

Entre los dos nos dedicamos miradas brillando de ira. Finalmente volvimos al campamento en otro incómodo silencio.

«¿Dónde estará ese chico?» pregunto. En mi mente pasa la imagen de su mirada, siento una sensación extraña y creo que necesito verlos de nuevo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 02, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Survive | TsukiHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora