TWO HEARTS ¡!

tres

Joyce terminó de hablar por el teléfono con la sra Denbrough, esta dejo quedarse a Bill a dormir, ya que por fin pudo socializar con alguien más quienes no fueran sus amigos de Derry, tampoco le preocupaba la idea de que le puedan hacer daño, su hijo pasó por tantas cosas que ya no tenía miedos, o eso creía.

el mayor miedo de Bill era que sus amigos lo olvidaran.

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-¿no serán gemelos?

Bill seguía curioso, y un poco confundido, Byers le había mostrado una foto de Mike, los dos seguían shockeados por el tan parecido de los dos.

-no, no lo sé, los wheeler no tuvieron otro hijo, y si tiene la misma edad de mike, nancy sabría si hubo otro, pero no, ella nunca dijo nada.- respondió will tirándose a su cama.

-y el padre de Mike... ¿no crees que haya posibilidad de que haya engañado a su mujer y así nació Richie?- Bill aún no le entraba en la cabeza el tipo de familia que eran los Wheeler's.

Will lo miró incrédulo para después negar. hace más de dos horas que están tratando de encontrar una lógica al parecido de Michael y Richie.

-hey niños, a dormir.- habló Jonathan a través de la puerta.

Bill bufo cansado, él no era de las personas que se quedaban con curiosidad.

-¿como dormiremos?

-en mi cama, no tengo bolsas de dormir, y mañana hay escuela, así que... pero solo si tu quieres.- Bill asintió.

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el reloj estaba por marcar las 12AM de la mañana, la casa permanecía en silencio, se suponía que todos están durmiendo.
Bill no lograba conciliar el sueño, un enorme insomnio no se lo permitía, casi siempre le pasaba, pero esta vez era un insomnio que parecía no desapecer. una gran duda había en la cabeza del chico, si bien las personas pueden ser parecidas, sí, pero le parecía demasiado raro que justamente sean así de parecidos, sin haber ningún tipo de lazo entre esos dos, y parecían dos gotas de agua.
un movimiento proveniente de la otra punta de la cama se sentía, Bill miró, pero claramente la oscuridad no le permitía ver nada.

-sé que estás despierto.

dichas palabras hicieron que Will se sentara frente a su amigo, frotándose la cara, parece que no era el único que no podía dormir.

-¿por qué sigues despierto? es muy tarde.- indagó Byers.

-me cuesta mucho dormirme, es normal, pero tú, ¿por qué lo estás?.